La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) anunció el inicio de operaciones de la nueva versión de Mexicana de Aviación, integrando tres aviones Boeing 737-800 a su flota militar y simultáneamente solicitó 6,796.8 millones de pesos a Hacienda (SHCP) para la adquisición de dos aeronaves de transporte pesado multipropósito tipo C-130J (Súper Hércules) de fabricación reciente.
El objetivo principal de esta solicitud es cubrir las necesidades actuales de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).
Según el análisis costo-beneficio presentado el 22 de diciembre, las nuevas aeronaves desempeñarán funciones cruciales, incluyendo operaciones de transporte logístico nacional e internacional, transporte de personal para garantizar la seguridad y la paz en el territorio nacional, apoyo al Plan DN-III (auxilio en desastres), transporte y evacuación de agentes médicos, y brindar ayuda humanitaria a países afectados por desastres.
Además, se destaca que estos nuevos aviones permitirán iniciar el relevo gradual de las actuales aeronaves C-130, las cuales tienen más de 54 años de antigüedad.
En relación con los aviones Boeing 737-800 utilizados en vuelos humanitarios, el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, explicó durante la ceremonia de despegue de la Aerolínea del Estado Mexicano que estos ya no pertenecen a la FAM y ahora son propiedad de la línea aérea.
Ante la posibilidad de un vacío en las capacidades de la Sedena, Sandoval señaló que aunque tienen otros aviones con capacidades diferentes, podrían cubrir las necesidades en el continente americano, aunque no de la misma manera que lo hacían con los 738-800 en vuelos a Turquía y Europa.
En cuanto al proceso de adquisición de los dos aviones Súper Hércules, el informe de factibilidad económica indica que se encuentra en un avance del 50%.
Se compromete a presentar el texto final en un plazo no mayor de 180 días hábiles posteriores a la entrega del reporte de avance, también con fecha del 22 de diciembre.
La Sedena destaca que estas aeronaves serán destinadas al área de aviación de transporte de la FAM, que incluye aviación de pelea, aviación de reconocimiento y aviación de bombardeo.
Además, se reconoce el riesgo político potencial relacionado con la adquisición, destacando la posibilidad de cancelaciones por parte del proveedor basadas en prioridades a otros países.
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