Deutsche Bank se convirtió recientemente en el foco de las turbulencias bancarias en Europa, ya que la preocupación constante por la industria en medio de una economía en desaceleración hizo que sus acciones registraran la mayor caída en más en tres años y que aumentara el costo de los contratos de seguros sobre deuda.
El banco, que ha protagonizado una recuperación en los últimos años tras una serie de crisis, fue el mayor perdedor entre las grandes acciones bancarias europeas este viernes tras anunciar un plan de recompra de deuda, una medida que normalmente se considera una señal de fortaleza. Los analistas no lograron explicar la liquidación, lo que provocó que el canciller alemán, Olaf Scholz, respaldara públicamente al banco.
“Vemos esto como un mercado irracional”, escribieron analistas de Citigroup, entre ellos Andrew Coombs, en una nota. “El riesgo es si varios titulares de los medios tienen un impacto psicológico en los depositantes, independientemente de si el razonamiento inicial detrás de esto era correcto o no”.
Deutsche Bank se desplomó hasta 15 por ciento, la mayor caída desde los primeros días de la pandemia en marzo de 2020, antes de reducir las pérdidas. Commerzbank, Banco de Sabadell y Société Générale también registraron fuertes bajas.
Deutsche Bank agita mercados
La reciente agitación en los bancos europeos se da tras una liquidación de bancos estadounidenses, que cayeron el jueves incluso después de que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijera que los reguladores estarían preparados para tomar medidas adicionales para proteger los depósitos si fuera necesario. Los bancos también se desplomaron cuando Bloomberg informó que Credit Suisse y UBS figuraban entre los prestamistas bajo escrutinio en una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre si profesionales financieros ayudaron a oligarcas rusos a evadir sanciones.
Las caídas generalizadas empañan las esperanzas entre las autoridades de que el rescate de Credit Suisse negociado por el Gobierno el pasado fin de semana estabilice el sector en general. Reguladores y ejecutivos buscaron durante toda la semana tranquilizar a los operadores sobre la salud del sector bancario.
Los bancos centrales, desde la Reserva Federal (Fed) hasta el Banco de Inglaterra, aumentaron esta semana las tasas de interés una vez más, manteniendo su enfoque en la inflación en medio de la esperanza de que lo peor de la turbulencia financiera haya pasado.
El miércoles, el director del regulador bancario alemán BaFin dijo que si bien no hubo riesgo directo para los mercados bancarios de Europa debido a la reciente agitación, existía el peligro de un “contagio a través de la psicología de los mercados”.
“Es un caso claro de que el mercado vende primero y hace preguntas después”, dijo Paul de la Baume, estratega sénior de mercado de FlowBank.
Ahora que hay mayor ansiedad en los mercados, las demostraciones de fortaleza se deshacen ya que los inversionistas las perciben como señales de debilidad. El anuncio de este viernes de Deutsche Bank de recomprar un bono subordinado se produjo el primer día en que el banco tenía derecho a anunciarlo. Pero en lugar de reforzar la confianza, sus contratos de seguro de deuda se dispararon.
El banco surgió recientemente de un plan de reestructuración de cuatro años que incluía miles de recortes de empleos y una salida de gran parte de la banca de inversión. El director ejecutivo, Christian Sewing, que asumió el cargo en 2018, incluso exploró un acuerdo con su rival alemán Commerzbank en 2019 a instancias del Gobierno, antes de decidir no hacerlo.
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