El Presidente Andrés Manuel López Obrador inaugura este viernes en Tabasco, su estado natal, la Refinería Olmeca de Dos Bocas en el Municipio de Paraíso.
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Se trata de la primera refinería construida en México en los últimos 43 años.
Acompañado de funcionarios de la Cuarta Transformación, el Mandatario federal estrena la segunda de las megaobras de su sexenio, una refinería con la que, asegura, México tendrá autosuficiencia energética para 2023.
La primera de las megaobras de su Gobierno que inauguró el tabasqueño es el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
La Refinería Olmeca se construyó en el Puerto de Dos Bocas, ubicado a 79 kilómetros de Villahermosa, la capital del Estado.
Este 1 de julio se inaugura el edificio administrativo y las zonas de jardines de la nueva planta, las únicas construidas al 100 por ciento. Las plantas de operaciones están en fases de prueba y otras en proceso de ensamblaje.
La refinería Olmeca, construida en la costa central, está rodeada de humedales y manglares costeros, por lo que fue necesario rellenar el suelo y deforestar alrededor de 431 hectáreas de vegetación.
Además, de acuerdo con información proporcionada por el Presidente, la nueva planta no tendrá, de arranque, capacidad para refinar crudo ni producir combustibles, pues será puesta a prueba durante seis meses, por lo que la primera producción podría obtenerse hasta enero de 2023.
Además, a falta de conexión ferroviaria, los hidrocarburos serán transportados en buques y pipas.
Algunos de los asistentes a la inauguración:
– Daniel Chávez, de Grupo Vidanta y representante de AMLO en el Tren Maya
– Ricardo Aldana, dirigente del sindicato petrolero
– Carlos Slim, presidente de Grupo Carso
– Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial
– Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la CDMX
– Adán Augusto López, Secretario de Gobernación
Reclamos por refinería Olmeca previo a inauguración de refinería
Los reclamos de los habitantes de Paraíso, Tabasco, contra la Refinería Olmeca de Dos Bocas ya brotaron, principalmente en la Colonia Lázaro Cárdenas, muy cerca de la planta.
Don Alfredo tiene a 10 metros de su casa la barda perimetral, junto a un árbol de mango, que se salvó de ser talado.
“Tenemos tres grandes problemas, uno, la Refinería Olmeca causó un gran tapón al agua que tenía su cauce natural hacia el mar y la zona de cocotales. Con la barda cortaron el dren y ahora cuando hay una lluvia nos inundamos, el agua ha llegado a las rodillas y ha efectuado muebles y refrigeradores”, lamentó el vecino, quien tiene 20 años habitando en esa colonia.
“El segundo problema es el ruido, cuando hacen las pruebas, las máquinas, el ruido es insoportable, y el tercero la contaminación, nos estamos ya metiendo el humo de los químicos, los solventes, imagina un anafre, al prenderlo el humo viene hacia uno porque las corrientes de aire provienen del mar, pues es lo que ocurre con la Refinería, ya estamos respirando los químicos”, añadió.
El ex petrolero colocó una lona en su patio para evitar que el polvo de la obra se impregne en la ropa que está en el tendedero o se vaya al interior de su casa.
“La vida nos cambió para mal con esta obra, ahí donde están los patios nosotros hacíamos nuestros pollos asados, teníamos ahí una hamaca, la pura naturaleza, y los de Pemex o la Secretaría de Energía no se han presentado con nosotros para darnos la atención sobre las afectaciones, nada”, reprochó.
En esta colonia al menos 30 vecinos ya dejaron sus viviendas y ahora las venden o las rentan.
Como Alfredo, doña Amalia barre de manera constante su patio para quitar el polvo químico que proviene de la Refinería Olmeca.
“Es la Refinería de mi paisano (el Presidente Andrés Manuel López Obrador), lo queremos mucho, pero vaya que si nos afectó esto, cae y cae el polvo, nunca se acaba, y eso que aún no empieza a operar, con las pruebas de la Refinería también hay muchos apagones, o baja el voltaje”. lamentó.
La señora de 67 años advirtió que el olor del agua estancada también comienza a ser un tema de salud.
“Tengo 30 años viviendo aquí y nunca nos habíamos inundado con una lluvia, el agua se nos regresa”, narró.
Se trata al menos once manzanas de esta colonia con unos 300 domicilios que están en riesgo de inundación a partir de la refinería Olmeca.
En la evaluación de impacto social elaborado por el Instituto Mexicano del Petróleo el 1 de marzo de 2019, Martha Ángeles Raygadas, gerente de Administración y Proyectos Estratégicos, indicó a la Secretaría de Energía que el núcleo abarca a la población de Torno Largo al oriente y las colonias Empleados de Confianza de Pemex, Lázaro Cárdenas, El Limón, El Limoncito y Villa Ceiba Puerto al sur del proyecto.
A metros de la Refinería Olmeca también se encuentra el Jardín de Niños “Agustín Melgar”, la Escuela Primaria “Abias Domínguez Alejandro” y un deportivo para petroleros, que sólo ocupan, por ahora, unas estudiantes para entrenar voleibol y unos jubilados para jugar béisbol.
“Hay un abandono a las instalaciones de Pemex, los trabajadores sindicalizados estuvimos fuera de la Refinería, y ahora también en las instalaciones que nos corresponde por contrato, hay molestia contra Pemex”, reclamó Pedro Moreno un jubilado de la Sección 50.
Con la creación de la Terminal Marítima de Dos Bocas, la Colonia Lázaro Cárdenas comenzó a edificarse para los trabajadores de Pemex en los años 80.
Sin embargo, las viviendas fueron construidas a 3 kilómetros de esa planta.
“Aquí estamos a 50 metros de la Refinería, recibiendo todo el polvo, vea las calles, los vehículos, siempre empolvados, esta parte como que no se pensó debidamente y es algo que debe considerarse, aquí el problema es que aunque existen comités vecinales, no se empuja una denuncia seria por miedo a las autoridades, muchos son ex petroleros, temen perder sus propiedades, o no sé, pero eso nos tiene afectados a todos, porque no nos unimos para exigir que nos mitiguen los daños”, expuso otro vecino, cuya vivienda se ubica a unos pasos de la Puerta 1 del nuevo complejo petrolero.
Agencia Reforma