En la más devastadora audiencia pública sobre el intento de golpe de Estado del 6 de enero del 2021, el Comité Selecto de investigación del Congreso estadunidense presentó evidencias contundentes de que Donald Trump personalmente contactó a la presidenta del Partido Republicano (RNC), Ronna McDaniel , para colar “electores falsos” y cambiar el resultado de la elección.
Trump presionó además al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, y al presidente de la legislatura de Arizona, Rusty Bowers, para “encontrarle” los votos suficientes y así revertir el triunfo de Joe Biden en esas dos entidades, quienes rechazaron sus demandas por considerar que las acusaciones de fraude carecían de fundamento.
En el testimonio más dañino contra Trump, McDaniel aseguró en un testimonio videograbado que la llamó personalmente por teléfono para que coordinara el plan para la movilización de electores falsos en los estados donde Biden resultó victorioso, junto con el asesor legal del expresidente, el abogado John Eastman, una acción ilegal.
“(Trump) le pasó la llamada al Sr. Eastman, quien luego procedió a hablar sobre la importancia de que el RNC ayudara a la campaña a reunir a estos electores en caso de que cualquiera de estos desafíos legales que estaban en curso cambiara el resultado de cualquiera de los estados… Entiendo que la campaña tomó la iniciativa, y simplemente los estábamos ayudando”, relató McDaniel.
Memorandos internos de la campaña presidencial de Trump muestran las huellas de esa estrategia concertada para enviar a 7 estados ganados por Biden a electores “falsos” para sustituir a los legítimos. La idea era doble: Si tenían éxito cambiarían los votos a favor del republicano; si fracasaban, el plan era crear un caos para justificar la nulidad de los comicios.
Bajo el sistema electoral indirecto de Estados Unidos, los ciudadanos votantes no eligen al jefe del ejecutivo de forma directa, sino a los “electores” que integran el llamado Colegio Electoral de 538 miembros que se reúne el 14 de diciembre para elegir al que será el nuevo presidente del país. El candidato que gane la mitad más uno de esos “electores”, es declarado ganador.
Cuando el Colegio Electoral se reunió en las respectivas capitales estatales, los electores falsos de Trump llegaron.
En Michigan, un estado que Biden ganó por 154 mil votos de diferencia, los electores falsos de Trump llegaron tarde porque los legítimos ya estaban en el recinto. Un policía les prohibió la entrada.
En Nevada, ganada por el demócrata por más de 33 mil votos, los electores falsos montaron una ceremonia para firmar la declaratoria de Trump como ganador. En los dos casos la estrategia fracasó y el entonces vicepresidente, Mike Pence, se rehusó a declarar la nulidad de la elección.
Durante la cuarta audiencia, realizada ayer, el comité reprodujo la llamada telefónica que Trump le hizo el 2 de enero de 2021 a Raffensperger, el secretario de Estado de Georgia, entidad tradicionalmente republicana que fue ganada por Biden en las elecciones de hace dos años. “Así que mira -le dijo Trump-. Todo lo que quiero hacer es esto: solo quiero encontrar 11 mil 780 votos, que es uno más de los que tenemos. Porque ganamos el estado… deberías querer tener una elección precisa… y eres republicano”.
A pesar de ser militante con credencial del Partido Republicano, Raffensperger se negó. Ante el Comité, el funcionario reveló que los simpatizantes de Trump amenazaron a su nuera, a pesar de que su hijo había fallecido.
Las evidencias reveladas durante la cuarta audiencia fueron vistas por juristas como clave, toda vez que la legislación estadunidense obliga a los fiscales del Departamento de Justicia a probar que existió una “intencionalidad criminal” en las acciones de Trump y sus allegados, y no solo que habían actuado impulsados por la creencia de que eran los ganadores. El Comité tiene previsto celebrar una nueva audiencia mañana.
Las audiencias del caso contra Trump
Primera audiencia: El Comité acusa a Trump de perpetrar un “intento de golpe” de Estado con el apoyo de un grupo de abogados de la Casa Blanca y del ex alcalde Rudolf Giuliani. La republicana Liz Cheney presenta pruebas de que el expresidente no solo no condenó inicialmente el ataque sino que lo justificó. Durante horas se quedó de brazos cruzados.
Segunda audiencia: Trump usó la “gran mentira” del fraude para cometer “la gran estafa”: Recaudar millones de dólares para un supuesto Fondo de Defensa Legal de 250 millones que resultó ser inexistente, así como de un Comité de Acción Política que destino 204 mil al Hotel Trump Collection.
Tercera audiencia: Trump presionó al vicepresidente Mike Pence para que descalificara la victoria de Joe Biden. Ante la negativa de su número dos, los seguidores del ex mandatario acudieron el 6 de enero a la colina del Capitolio coreando “cuélguenlo, cuélguenlo”. Una horca fue instalada en el Mall. Pence es mencionado como posible rival interno a la nominación republicana en 2024