Los militares y un grupo de agentes ministeriales retenidos por pobladores de Quechultenango, en Guerrero, fueron liberados.
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La condición que pusieron los pobladores fue que las autoridades y pobladores serán avisados de los operativos que realice el Ejército Mexicano, aunado a la liberación de un médico del pueblo que había sido detenido.
Los 50 militares y 20 agentes fueron retenidos por pobladores de esta comunidad desde la tarde de ayer miércoles hasta medianoche.
En el acuerdo que se estableció entre los habitantes con el comandante de la 35 Zona Militar con sede en Chilpancingo, Enrique Martínez López; el Secretario de Seguridad Pública Estatal, Evelio Gómez Méndez; el director de Gobernación, Francisco Rodríguez; y el subsecretario de asuntos políticos del Estado, Óscar Chávez, es de que hoy jueves sea liberado el médico del pueblo, Jesús Flores.
Flores fue detenido por presuntamente portar un arma de grueso calibre.
“Déjenos trabajar, no queremos que pasen hechos como los registrados en la comunidad de Buenavista de la Salud (Municipio de Chilpancingo)”, les dijo el jefe de la 35 Zona Militar, Enrique Martínez López.
Esto en referencia a lo que ocurrió el pasado 26 de enero en la noche cuando policías comunitarios de Buenavista se enfrentaron a tiros contra un grupo de civiles armados dejando un saldo de seis muertos.
Los habitantes de esta comunidad y familiares de los cuatro policías comunitarios muertos acusan a integrantes del grupo delictivo de “Los Ardillos” de atacar a los guardias civiles cuando estaban en la comandancia.
Esta organización delictiva, señalan informes de la Fiscalía General de la República (FGR), está afincada en esta zona de Quechultenango.
Después de los acuerdos, los militares fueron liberados, además se les entregó sus teléfonos celulares.
“A nadie se le golpeo”, dijo uno de los pobladores durante el diálogo con el comandante de la 35 Zona Militar y el Secretario de Seguridad Pública estatal.
Uno de los pobladores les dijo a las autoridades que en Quechultenango es la propia ciudadanía la que realiza las tareas de seguridad, además de que hay Policía Comunitaria.
“Mejor vigilen a Chilpancingo e Iguala en donde un día hay un muerto y otro día también”, señaló.
Denunció que es tan grave la inseguridad en Chilpancingo que campesinos de comunidad de Quechultenango que acuden a esta capital del Estado a vender sus productos del campo tienen que pagar una cuota diaria a la delincuencia.
“Hagan su tarea allá en Chilpancingo, aquí hay paz”, dijo uno de los habitantes.
En la reunión también estuvo el Alcalde del municipio de Quechultenango, Crisóforo García.
Después de los acuerdos, los pobladores desbloquearon la principal calle de esta comunidad y dejaron en libertad a los militares y agentes ministeriales.
Al final, uno de los ministeriales reclamó que no le fue regresado su teléfono celular, ni su laptop.
Agencia Reforma