¿Qué es y qué se conmemora el Viernes Santo?

El Viernes Santo, una festividad cristiana destacada en la Semana Santa, conmemora la muerte de Jesús de Nazaret, ocurrida en el Calvario.

Este día, que sigue al Jueves Santo y precede al Domingo de Resurrección, se caracteriza por ser un tiempo de recogimiento y duelo para los fieles católicos.

Durante el Viernes Santo, la Iglesia católica insta a sus seguidores a realizar penitencias, como el ayuno y la abstinencia de carne. No se celebra la eucaristía, sino la liturgia de la Pasión del Señor, centrada en recordar el sacrificio de Jesús para salvar a la humanidad del pecado y otorgarle la vida eterna.

Entre las costumbres asociadas con el Viernes Santo se encuentran:

Cubrir imágenes de Jesús: Las iglesias cubren las imágenes, especialmente el crucifijo, con tela morada, simbolizando la ausencia de Jesús y el duelo por su muerte. Estas imágenes se descubren el Domingo de Pascua, en señal de la Resurrección.

Vestir de luto a la Virgen María: La Virgen María se representa con vestimenta negra en señal de luto por la muerte de Jesús, y algunos miembros de la congregación también visten de luto como muestra de duelo.

Rezar el Vía Crucis: Se realiza el rezo del Vía Crucis, acompañando a Jesús en sus últimas horas y repasando los momentos desde su condena hasta su sepultura.

Meditar sobre las 7 palabras de Jesús: Se reflexiona sobre las siete últimas palabras que Jesús pronunció en la cruz, interpretando su significado y aplicándolas a diversas situaciones de la vida.

Adoración a la cruz: Se participa en la liturgia de adoración a la cruz, cerrando así la celebración litúrgica de la Muerte del Señor, acompañando a Jesús en su sufrimiento.

Rezar el Credo: A las tres de la tarde, se recuerda el momento de la crucifixión rezando el Credo de los Apóstoles.

Representación del Vía Crucis: Una tradición popular donde se dramatiza cada momento importante del Vía Crucis de Jesús hasta el Calvario, permitiendo revivir su recorrido.

El Viernes Santo es un día de reflexión y devoción para los cristianos, marcado por la solemnidad y la contemplación del sacrificio de Jesús por la humanidad.