Samir Jahaziel, es un joven que ha encontrado en la música su voz para enfrentar la vida, para salir de la depresión que bien pudo orillarlo a tomar caminos que no eran la mejor salida.
Desde el oriente de la Ciudad de México, donde diario hay un hecho delictivo, donde los habitantes se juegan la vida en el transporte público o en cualquier calle, deambula el cantautor, quien enfrenta las dificultades con música.
Con una charla rápida, apenas le da tiempo de respirar, pero detalla cada suceso en su vida, trágica tal vez, pero a su vez curiosa y además, lo grita con orgullo “soy parte de la diversidad sexual, bisexual.
Prepara Capehus, el ciclo del amor, su material donde la terapia, el amor y la pérdida lo han impulsado a crear un sonido único que busca conectar con las emociones más profundas de sus oyentes e intenta ser una voz de las minorías, un representante de la comunidad LGBT+.
“Es una historia muy graciosa. Cuando era niño, los celulares solo tenían grabadora y un juego de pinball. Yo, con mis primos, me grababa cantando canciones de novelas infantiles. Me encantaba cantar, y lo hacía cada vez que podía. Luego, sucedieron muchas cosas en mi vida que me llevaron a terapia.
“Fue un momento difícil, pero también me acercó a la música. Mi psicóloga me recomendó escribir mis pensamientos y emociones en un diario. Empecé a hacerlo con mucha seriedad, y un día, cuando tenía 18 años, me di cuenta de que mis palabras se transformaban en canciones. Fue como una revelación. Empecé a buscar melodías, y mi celular se convirtió en mi confidente, mi diario musical”, revela Samir.
Samir y su terapia
A Samir la vida le ha dado tragos amargos, como el suicidio de un ser amado, pero no se dejó hundir. La música fue su terapia, su amiga confidente.
Y poco a poco se dio el proceso de convertir su diario musical en un proyecto real.
“Me enamoré de la música, pero no sabía nada de ella. No tocaba ningún instrumento, y no conocía a nadie en la industria. Pensé que era algo inalcanzable. Pero cuando realmente quieres algo, la vida te lo acerca. Un amigo de mi trabajo tenía un hermano que tenía un estudio de producción y me ofreció, por un precio módico, producir mis canciones. Le canté mis letras, y él me dijo: ‘Estás muy bonita, no tienes mala voz. Sí te voy a corregir algunas cosas, pero sabes cómo colocarla.’ Así empezó mi camino en la música”, revela Samir.
Y llega Capehus, el ciclo del amor, ya en forma y donde expresa todo lo que siente, vivencias y desamores, traiciones y alegrías.
“Es un álbum muy personal. Es un concepto que surgió de mi proceso de terapia, que duró cuatro años. Liberar mi primera canción fue como un grito ahogado, como salir a flote después de estar ahogándome. Este álbum habla de la salud mental, de las familias tóxicas, de la importancia de tener cuidado con los amigos, y de cómo romantizamos demasiado la familia.
“Es un pop alternativo, que mezcla diferentes géneros. No me quiero limitar a un solo estilo. Quiero mostrar la diversidad del pop. Quiero que la gente escuche canciones que hablen de las cosas que no se dicen, de las emociones que no se muestran. Es un ciclo de amor propio, un renacer, una muerte para volver a vivir. Es un álbum que nació del dolor, pero que busca sanar”, responde Samir.
En resumen, la música de Samir es un viaje introspectivo que busca conectar con las emociones más profundas de sus oyentes. Desde la pérdida y el dolor hasta el amor propio y la sanación, sus canciones se convierten en un espacio de reflexión y crecimiento para quienes las escuchan. Capehus es un álbum que promete ser una experiencia única, llena de energía, diversidad y mucha verdad.
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