El 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Epilepsia, una fecha destinada a concientizar sobre esta enfermedad neurológica que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Esta jornada tiene como objetivo principal desterrar los mitos y estigmas asociados con la epilepsia, así como promover la comprensión y el apoyo hacia quienes viven con esta condición.
La epilepsia es un trastorno cerebral crónico caracterizado por convulsiones recurrentes, que pueden variar en intensidad y duración.
Estas convulsiones son el resultado de una actividad eléctrica anormal en el cerebro, que puede causar sacudidas repentinas, pérdida de conciencia y otros síntomas.
Además de las convulsiones, las personas con epilepsia pueden experimentar una variedad de efectos secundarios, que incluyen problemas cognitivos, emocionales y sociales.
A nivel mundial, se estima que alrededor de 50 millones de personas viven con epilepsia, lo que la convierte en una de las enfermedades neurológicas más comunes.
En México, se calcula que al menos 2 millones de personas padecen esta condición, lo que representa un importante desafío de salud pública en el país.
A pesar de su prevalencia, la epilepsia sigue siendo una enfermedad mal comprendida y estigmatizada en muchas comunidades.
Muchas personas con epilepsia enfrentan discriminación y barreras para acceder al tratamiento adecuado y al apoyo necesario. Por esta razón, el Día Mundial de la Epilepsia es una oportunidad crucial para educar al público, promover la inclusión y abogar por un mejor acceso a la atención médica para todos los afectados por esta enfermedad.
El Día Mundial de la Epilepsia fue fundado por la Liga Internacional Contra la Epilepsia (ILAE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2008
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