El Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) realiza una investigación para evaluar el impacto ambiental de la reciente guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza, confirmó un portavoz de la agencia a EFE.
Aunque aún no pueden realizar evaluaciones en el terreno, el PNUMA está trabajando con socios para obtener una comprensión preliminar del daño ambiental, utilizando análisis de imágenes satelitales, información de entidades de la ONU sobre el terreno y el conocimiento de los impactos de conflictos pasados.
Se espera que los resultados preliminares estén disponibles en los próximos dos o tres meses. Los informes preliminares indican un aumento significativo de la contaminación de la tierra, el suelo y el agua, así como la liberación de materiales peligrosos al medioambiente.
Las instalaciones de gestión de residuos han sido dañadas o destruidas, y el suministro eléctrico se ha visto afectado. Se estima que al menos 100,000 metros cúbicos de aguas residuales se vierten diariamente a la tierra o al mar Mediterráneo.
La gestión de los escombros, que ascienden a 22.9 millones de toneladas hasta la fecha, será una operación extensa y delicada, ya que pueden contener sustancias nocivas como asbesto y restos humanos.
El PNUMA recibió una solicitud oficial para llevar a cabo una evaluación de los impactos ambientales del conflicto en Gaza, según reveló su directora ejecutiva, Inger Andersen, durante la VI Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente (UNEA-6) celebrada en Nairobi.
La guerra entre Israel y Hamás, que estalló en octubre pasado, ha causado una devastación sin precedentes en Gaza, con más de 30,700 muertes confirmadas entre palestinos y más de 72,150 heridos, según cifras estimadas.
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