Esta mañana, un grupo de normalistas de Ayotzinapa derribó con una camioneta una puerta de Palacio Nacional, ubicada sobre la calle de Moneda, en el Centro Histórico de la CDMX, con el objetivo de ser atendidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) durante su conferencia matutina.
Medios locales difundieron imágenes donde se observa a los encapuchados utilizando una camioneta de la CFE para embestir la puerta hasta abrirla. Posteriormente, algunos representantes del colectivo lograron ingresar al recinto.
Consultado sobre el incidente, López Obrador afirmó que el Gobierno no reprimirá la protesta y que continúa comprometido con la búsqueda de la verdad sobre la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa en 2014.
“Lo que queremos es conocer la verdad, vamos a lograrlo y vamos a encontrar a los jóvenes. Es importante”, afirmó el mandatario, agregando que la manifestación es vista como una provocación y un plan de confrontación.
A pesar del incidente, López Obrador anunció que no se reunirá hoy con los familiares de los 43 normalistas, indicando que “los va a atender el subsecretario de Gobernación”.
Esta acción representa un hito, ya que es la primera vez en años recientes que manifestantes logran ingresar a Palacio Nacional, símbolo histórico del gobierno mexicano.
Los familiares de los desaparecidos han mantenido una serie de movilizaciones en la Ciudad de México y un plantón en el Zócalo en demanda de justicia.
Los estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa desaparecieron en septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, en circunstancias que aún no han sido esclarecidas completamente.
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