Según una investigación realizada por la consultora Gallup, la jornada laboral de cinco días a la semana ha demostrado ser el mejor esquema de trabajo en términos de compromiso y agotamiento de la fuerza laboral.
Los datos recopilados indican que las personas que trabajan cinco días a la semana muestran las tasas más altas de compromiso en el trabajo y los niveles más bajos de agotamiento laboral.
Por ejemplo, mientras que solo el 23% de las personas en un esquema de trabajo de cinco días semanales se considera como “activamente desconectado” de su empleo, esta proporción se eleva al 28% en una jornada de seis días.
Jim Harter, científico en jefe de Workplace de Gallup, señaló que aquellos con semanas laborales de cuatro días tuvieron la menor desconexión activa, pero no experimentaron un bienestar significativamente mayor en comparación con aquellos que trabajan cinco días a la semana.
Además, informaron tasas más altas de agotamiento en comparación con quienes trabajan cinco días a la semana.
El debate sobre la reducción de la jornada laboral está en curso en todo el mundo, con algunas economías realizando pruebas piloto para implementar un esquema de cuatro días de trabajo.
En Latinoamérica, países como Chile y Colombia han avanzado en la disminución de su límite legal de horas de trabajo, mientras que el gobierno de República Dominicana impulsa un experimento para una jornada laboral de 35 horas semanales para 2024.
En México, se reactivarán los foros de parlamento abierto este año para discutir una reforma constitucional que propone una jornada laboral de cinco días de trabajo y dos de descanso.
El dictamen ya fue aprobado por la Comisión de Puntos Constitucionales en la Cámara de Diputados, pero aún no se ha votado en el pleno.
La flexibilidad laboral, especialmente en cuanto a las horas de trabajo, se ha convertido en una prioridad para los trabajadores en busca de un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal.
Randstad recomienda a las empresas considerar otorgar mayor control a las personas sobre el tiempo de trabajo, lo que puede lograrse a través de un enfoque basado en objetivos y proyectos en lugar de la presencialidad.
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