El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que las fuerzas militares de su país, en colaboración con el Reino Unido y el respaldo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos, llevaron a cabo exitosos ataques contra objetivos en Yemen.
La acción fue realizada en respuesta a los ataques sin precedentes de los rebeldes hutíes contra buques internacionales en el mar Rojo, utilizando misiles balísticos antibuque, poniendo en riesgo la libertad de navegación en una vía marítima crucial.
Según la Casa Blanca, la ofensiva tiene como objetivo contrarrestar las acciones de los hutíes que afectaron a más de 50 naciones en 27 ataques, obligando a más de 2,000 buques a cambiar sus rutas para evitar el mar Rojo. Biden subrayó que no dudará en tomar medidas adicionales para proteger a los ciudadanos y garantizar el libre comercio.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, respaldó la operación y la calificó como un acto de “defensa propia” en respuesta a las acciones “peligrosas y desestabilizadoras” de los hutíes contra el transporte marítimo en el mar Rojo. Los ataques selectivos, confirmados por Sunak, se llevaron a cabo en objetivos terrestres hutíes en Yemen.
En tanto, informes de explosiones en diversas ciudades yemeníes han surgido, según un miembro del consejo de seguridad hutí, quien denunció que Estados Unidos, Reino Unido e Israel están lanzando ataques contra Al Hudayda, Saná, Dhamar y Sa’dah.
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