El Papa Francisco dio un paso crucial en el camino hacia la beatificación del sacerdote mexicano Moisés Lira Serafín (1893-1950).
Este jueves 14 de diciembre, durante una audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el Papa firmó el decreto que aprueba el milagro atribuido al mencionado sacerdote.
Nacido en Zacatlán en 1893 y fallecido en Ciudad de México en 1950, Moisés Lira Serafín fue miembro destacado de los Misioneros del Espíritu Santo y fundador de la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada.
Este paso coloca al sacerdote en la categoría de “venerable siervo de Dios”, marcando la primera etapa en el proceso de beatificación.
El proceso continuará su curso, y se espera que se sigan cumpliendo las etapas establecidas por la Iglesia en este proceso hacia la santidad.
¿Qué es una beatificación?
La beatificación es un proceso dentro de la Iglesia Católica que reconoce oficialmente a una persona como “beata”. Este es un paso intermedio en el camino hacia la canonización, que es la declaración de santidad.
El proceso de beatificación generalmente sigue varios pasos:
- Siervo de Dios: La primera etapa implica que la Iglesia reconozca que la persona fallecida vivió las virtudes de manera heroica. Después de esta declaración, la persona se llama “Siervo de Dios”.
- Venerable: Para llegar a ser declarada “Venerable”, se necesita un reconocimiento de la heroicidad de las virtudes del Siervo de Dios. Este título no implica la adoración, pero indica que la persona ha vivido una vida ejemplar.
- Beato: Para la beatificación, se requiere la aprobación de un milagro atribuido a la intercesión del Venerable. La beatificación permite la veneración pública limitada de la persona en ciertos lugares y circunstancias.
- Santo: La canonización, o declaración de santidad, es el siguiente paso. Se requiere un segundo milagro después de la beatificación. La canonización declara oficialmente que la persona es un modelo de santidad y puede ser venerada en toda la Iglesia.
El proceso de beatificación y canonización es llevado a cabo por la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano, y cada caso se evalúa cuidadosamente en términos de virtudes heroicas y milagros atribuidos.
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