La repentina salida de Sam Altman, cofundador y hasta ahora consejero delegado de OpenAI, desencadenó una serie de eventos que sacudieron a la empresa y al mundo de la inteligencia artificial (IA).
Este líder, reconocido por su papel clave en el desarrollo de tecnologías avanzadas, incluyendo ChatGPT, fue despedido el 17 de noviembre de 2023, marcando un hito equiparable a la expulsión de Steve Jobs de Apple.
Este acontecimiento dejó al descubierto diferencias fundamentales en la visión de futuro de OpenAI y su impacto potencial en el campo de la IA.
Desarrollo
- Papel de Sam Altman en OpenAI
Sam Altman, figura clave en el desarrollo de ChatGPT y otras tecnologías avanzadas de IA, desempeñó un papel crucial en la dirección y supervisión de proyectos innovadores.
Su salida dejó un vacío significativo en la empresa, especialmente en el desarrollo de modelos de lenguaje avanzados como el GPT-3.
- Motivos de su despido
Ilya Sutskever, cofundador de OpenAI, impulsó el despido de Altman citando preocupaciones sobre la seguridad de las tecnologías desarrolladas por la empresa.
Aunque no se han proporcionado detalles precisos, la junta directiva mencionó la falta de transparencia de Altman como motivo para su salida.
- Rebelión interna y éxodo masivo
La salida de Altman generó una rebelión interna, con más de 500 empleados amenazando con renunciar si no se readmitía a Altman y al presidente de OpenAI, Greg Brockman.
Esta reacción puso de manifiesto la influencia y respeto que ambos líderes tenían en la empresa.
Impacto en OpenAI y la IA
La junta de OpenAI, adoptando una postura más cautelosa, expresó preocupaciones éticas y de seguridad en torno al desarrollo de la IA.
En contraste, Microsoft, con una inversión previa significativa en OpenAI, respondió rápidamente al fichar a Altman y Brockman.
Este movimiento indica la intención de Microsoft de liderar en el campo de la IA sin las restricciones de la junta de OpenAI.
Nueva dirección con Microsoft
La rápida contratación de Altman y Brockman por parte de Microsoft sugiere un cambio de dirección en el desarrollo de la IA.
Mientras que OpenAI adopta una postura más controlada, Microsoft parece inclinarse hacia una aproximación más audaz y menos restringida en este campo.
La realidad es que la salida de Sam Altman de OpenAI desencadenó un drama corporativo que va más allá de los límites de la empresa.
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