La ONU acusó que las fuerzas aéreas israelíes continúan atacando el sur de la Franja de Gaza, específicamente la localidad de Khan Younis y otras zonas, pese a haber ordenado a los civiles que se desplacen a esa parte del enclave palestino, donde han llegado más de 600 mil personas en los últimos días.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), el principal organismo de la ONU que opera en Gaza, informó que los intensos bombardeos israelíes persisten desde el aire, el mar y tierra. Además, alertó sobre la grave falta de agua y advirtió que “la gente comenzará a morir sin ella”.
La última planta desalinizadora de agua de mar que operaba en Gaza dejó de funcionar, lo que aumenta el riesgo de deshidratación y enfermedades, ya que los palestinos están recurriendo a agua no apta para el consumo humano.
La UNRWA también confirmó que Israel permitió la apertura de un solo conducto de agua en el sur de Gaza durante tres horas el día anterior, lo que proporcionó acceso al recurso vital a la mitad de la población en Khan Yunis, aproximadamente 100 mil personas, lo cual “no resuelve las necesidades urgentes de agua”.
En Gaza, se requieren 600 mil litros de combustible al día para operar las plantas de agua y desalinización, según la UNRWA.
La agencia advirtió que las reservas de combustible en todos los hospitales de Gaza se agotarán en 24 horas, lo que pondría en grave riesgo la vida de miles de pacientes.
A pesar de esta crisis humanitaria, Israel mantiene su bloqueo a la entrada de cualquier tipo de ayuda humanitaria a Gaza.
El balance de víctimas de los bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza desde el inicio del conflicto el 7 de octubre por Hamás ha ascendido a más de 2 mil 800 muertos y cerca de 12 mil heridos, según las autoridades del enclave.
El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, confirmó 2 mil 837 fallecidos a causa de los ataques aéreos israelíes, que también han provocado el desplazamiento de más de un millón de palestinos, cerca de la mitad de la población.
El portavoz del ministerio, Ashraf al Qidra, denunció daños en hospitales debido a los bombardeos, y se han registrado denuncias de cerca de mil 200 desaparecidos, incluyendo aproximadamente 500 niños. Se teme que el balance de fallecidos sea aún mayor.
El Turkish Friendship Hospital, el único centro oncológico en Gaza, ha suspendido gran parte de sus servicios debido a la escasez de combustible y advierte que deberá detener todas sus actividades en 48 horas.
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