El expresidente de Bolivia, Evo Morales, anunció su candidatura para las elecciones presidenciales de 2025.
Morales señaló que esta decisión fue influenciada por presiones externas y una campaña “sucia” en su contra, que lo obligaron a asumir nuevamente un rol político activo.
En su programa de radio, Morales expresó que se siente “obligado” a postularse nuevamente debido a la división en el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido gobernante, y a las acusaciones en su contra por parte de la oposición y del propio Gobierno actual.
“No nos vamos a rendir y vamos a estar en esta dura batalla democrática, ahora a construir propuestas, tengo reunión con empresarios, saludo que vengan propuestas, hay que construir la agenda post-bicentenario”, dijo Morales.
Dijo además que se enfrentará a estas acusaciones con la “verdad, dignidad y honestidad”.
Morales también lamentó que el actual presidente, Luis Arce, no haya avanzado en la agenda que habían establecido durante su mandato, y afirmó que su militancia lo apoya en su decisión de postularse nuevamente.
El anuncio de Morales se produce en medio de tensiones internas en el MAS, con facciones que respaldan al presidente Arce y otras que siguen al expresidente Morales.
El próximo congreso nacional del partido, que se llevará a cabo del 3 al 5 de octubre, se espera que sea un punto de encuentro para definir el futuro del partido y las candidaturas presidenciales.
Morales también advirtió sobre posibles intentos de inhabilitar su candidatura, similar a lo que ocurrió en 2019, cuando se vio forzado a renunciar y denunció un “golpe de Estado”. En ese momento, Jeanine Áñez asumió la Presidencia interina de Bolivia.
El escenario político en Bolivia sigue siendo complejo, con divisiones en la izquierda y una lucha por el poder al interior del MAS. La candidatura de Morales plantea nuevos desafíos y promete mantener la dinámica política en el país andino.
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