El fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, fue vinculado a proceso por el delito de tortura en grado de coautoría.
La acusación se relaciona con un caso de doble homicidio y feminicidio de Ariadna Fernanda, ocurrido en abril pasado, en el cual se le imputa haber ordenado someter y golpear a Luis Alberto “N” para inculparse de estos crímenes.
Configuración del delito de tortura
El juez de Control encargado del caso, Natanael Subdías, concluyó que se encontraron cinco de los 11 reactivos que establece el Protocolo de Estambul, un manual que especifica las formas para configurar el delito de tortura.
El juez explicó que en casos especiales como este, se consideran elementos cualitativos para determinar si se configura el delito de tortura.
Traslado del caso a un juzgado federal
El juez decidió declinar el caso a un juzgado federal debido a que la imputación es llevada a cabo por la Fiscalía General de la República (FGR). Además, otorgó un plazo de tres meses para el cierre de la investigación.
La audiencia de vinculación a proceso duró aproximadamente siete horas, con varios recesos, y fue seguida por el fiscal morelense de manera remota.
Durante la audiencia, el fiscal interrumpió en varias ocasiones debido a problemas de audio, alegando que no podía escuchar con claridad la réplica de la FGR.
La defensa de Uriel Carmona Gándara, liderada por el abogado Gabriel Regino García, argumentó que la imputación carecía de sustento. Cuestionaron la falta de evidencia sobre el lugar de la tortura y pusieron en duda los golpes alegados por la víctima como resultado de la tortura.
Sin embargo, el juez consideró que existen elementos suficientes para suponer que el fiscal participó en la planeación del ataque y la posterior tortura de la víctima, lo que llevó a la vinculación a proceso.
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