17 noviembre, 2024 12:29 am

Trabajadores estadounidenses “jalaron” y anclaron el muro flotante hacia su lado de la frontera, luego de que se demostró que ya invaden territorio mexicano las boyas colocadas por el gobierno de Texas en el Río Bravo para detener la migración irregular, de acuerdo con la propia la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).

Este viernes se observó al menos ocho trabajadores con chalecos naranjas y dos retroexcavadoras alineando y anclando con unas planchas de cemento, los casi 350 metros que abarcan las boyas, para evitar que sigan avanzando.

Las enormes esferas de color naranja están unidas entre sí, con una especie de disco afilado para evitar que los migrantes las brinquen. Se encuentran instalados frente al paraje conocido como La Nogalera, de lado estadounidense, y de los ranchos El Molcajete y La Juntas, del lado mexicano; a unos cuatro kilómetros de los puentes fronterizos rumbo a Nuevo Laredo.

Boyas peligrosas

Ese punto ha sido reportado por autoridades de Estados Unidos como uno de los de mayor afluencia para el cruce irregular de personas, y en años pasados para el tráfico de drogas por parte del crimen organizado, de ahí que pusieran las boyas.

Llegar ahí no es fácil, hay que cruzar varios obstáculos que incluyen maleza y fauna peligrosa.

Desde la carretera se puede avanzar en algún vehículo, pero kilómetro y medio antes del Río hay que caminar, brincar alambrados con púas.

Poco a poco, el camino se va convirtiendo en sendero y en algunos momentos ni eso. La ropa tirada en el camino es testimonio de cómo cientos de migrantes, cada día, están dispuestos a dejar todo atrás, “hasta la ropa interior dejan para pesar menos a la hora de cruzar”, dice Ramiro, uno de los vigilantes del rancho Las Juntas, que se encuentra frente al Río Bravo.

Te puede interesar: Morena avala a 4 empresas encuestadoras