En las últimas horas, el volcán Popocatépetl ha vuelto a captar la atención debido a su actividad volcánica.
Este majestuoso coloso, ubicado en el centro del País, ha sido testigo de numerosas erupciones a lo largo de la historia, dejando una huella imborrable en la geografía y la vida de la región.
El Popocatépetl, cuyo nombre significa “montaña que humea” en náhuatl, es uno de los volcanes más famosos y estudiados de México.
Con una altitud de 5,426 metros, se yergue imponente en el horizonte, dominando el paisaje de los estados de Puebla, México y Morelos.
La historia del volcán se remonta a miles de años atrás. Se cree que la actividad volcánica en la zona comenzó hace aproximadamente 730,000 años, con la formación de una caldera. Desde entonces, el Popocatépetl ha experimentado numerosas erupciones, algunas de ellas significativas en la historia reciente.
Una de las erupciones más recordadas ocurrió en diciembre de 1994. Después de décadas de inactividad, el volcán despertó, expulsando columnas de ceniza y gases volcánicos a gran altura.
Esta erupción generó preocupación y evacuaciones en las comunidades cercanas, así como un aumento en la actividad científica y de monitoreo del volcán.
En los años siguientes, el Popocatépetl continuó mostrando signos de actividad, con erupciones intermitentes y emisiones regulares de gases y cenizas.
En 2000, se registró otra erupción significativa que generó una columna eruptiva de varios kilómetros de altura y provocó la evacuación de miles de personas en las áreas cercanas.
A pesar de su actividad volcánica, el Popocatépetl también es un destino popular para los excursionistas y amantes de la naturaleza.
Sus hermosos paisajes y la posibilidad de observar fumarolas y cráteres hacen de esta montaña un atractivo turístico, aunque siempre con precaución y respeto a las recomendaciones de las autoridades.
En la actualidad, el volcán Popocatépetl continúa activo, con monitoreo constante por parte de especialistas.
La Coordinación Nacional de Protección Civil de México mantiene un sistema de alerta volcánica que clasifica la actividad del volcán en diferentes niveles, desde el verde (sin actividad) hasta el rojo (erupción inminente).
Actualmente el semáforo se encuentra en Amarillo fase 2, lo que significa que la actividad del Popocatépetl está incrementado, puede existir ligera caída de ceniza en las áreas cercanas y hasta caída de fragmentos incandescentes.
En esta fase, la población debe permanecer atenta y alistarse ante una posible evacuación.
Ante la reciente actividad volcánica del Popocatépetl, las autoridades han emitido recomendaciones a la población cercana, instándola a estar alerta y seguir los protocolos de seguridad establecidos.
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