Al menos 24 mil agentes vigilan los 3 mil 140 kilómetros de frontera entre Estados Unidos y México ante la previsión de que aumenten los cruces ilegales, lo que derivó esta semana en la detención de unos 10 mil migrantes al día según Brandon Judd, presidente de un sindicato de agentes de la Patrulla Fronteriza.
Este jueves terminó el Título 42, norma sanitaria implementada por Trump hace tres años, que permitía expulsar de manera exprés a migrantes, por lo que se espera un aumento considerable en el número de personas que buscan cruzar hacia Estados Unidos de manera ilegal.
En el despliegue están mil 500 militares que respaldarán a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, al igual que dos mil 500 guardias nacionales. Otros 550 soldados llegaron a la frontera. Además, hay mil 100 nuevos coordinadores de la Patrulla Fronteriza.
A ellos se suman cientos de policías de otras agencias, 400 voluntarios y mil encargados de entrevistar a migrantes detenidos y evaluar si corren riesgos de ser deportados a su país.
La administración Biden está implementando un nuevo programa para las familias migrantes liberadas en los Estados Unidos para rastrearlas mientras pasan por un proceso de deportación rápido, incluida una medida que requeriría que permanezcan bajo confinamiento domiciliario, dio a conocer la Oficina de Detención y Deportación (ERO, por sus siglas en inglés) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU.
La Administración de Deportación Acelerada Familiar colocará a ciertas cabezas de familia en una alternativa a la detención, como un monitor GPS en el tobillo, y los someterá a toque de queda en cuatro ciudades, confirmó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en un comunicado.
Las familias aún tienen la oportunidad de solicitar asilo bajo el programa y, si califican, pasan por el proceso de asilo.
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