Adictos que viven en Tijuana, en Baja California, fueron usados por integrantes de cárteles del narco para experimentar con mezclas de fentanilo y otras sustancias, y para determinar dosis que no fueran mortales, de acuerdo con Víctor Clark, director del Centro Binacional de Derechos Humanos.
El denunciante aseguró que hubo una “estrategia de mercadotecnia” para introducir el fentanilo entre los consumidores de esa frontera, una especie de “proceso para formar adictos”.
“Empezaron a mezclar el fentanilo con otras drogas… con heroína, cocaína, metanfetamina, con el propósito de crearles resistencia en el consumo de fentanilo, fue un proceso de, entre comillas, educación a los adictos de las calles, para que ellos dijeran que los efectos eran distintos, que las drogas eran más potentes”, dijo.
En Tijuana, los decomisos de fentanilo se han incrementado más de 200% en los últimos cuatro meses, de acuerdo con cifras de la Seguridad Ciudadana de Baja California.
Sobre el uso de personas para probar los efectos del fentanilo, el mes pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló que hijos de El Chapo Guzmán, conocidos como Los Chapitos, experimentaron con una mujer, inyectándole en diferentes temporalidades dosis de fentanilo, hasta que falleció.
“Es cuando se da esta demanda, pero el fentanilo ya había cobrado fuerza en Estados Unidos, que los grupos del crimen organizado de manera muy hábil y utilizando estrategias de introducción de un nuevo producto en el mercado, empezaron a mezclar el fentanilo con otras drogas, mezclándolo con heroína, cocaína, mefanfetamina, con el propósito de crearles resistencia en el consumo de fentanilo, fue un proceso de, entre comillas, educación a los adictos de las calles, para que ellos dijeran que los efectos eran distintos, que las drogas eran más potentes”, detalló Clark.
Agregó que al visitar la Estancia Municipal de Infractores, “los custodios declaraban que recibían personas que no vienen drogadas con heroína o cristal, no sabían lo que es, pues estaban apareciendo adictos que ya estaban consumiendo fentanilo, un proceso para formar adictos”.
“Una vez pasado ese proceso comienzan a comercializar abiertamente como fentanilo en las calles de la ciudad, que son ‘las cuatro M’ que se vende en 100 pesos, o 25 pesos por pastilla. Y mientras en Estados Unidos hay 200 muertos diarios, la Cruz Roja dice que atiende 80 personas por fentanilo al mes, sin que la autoridad nos informe cuántos de ellos mueren por sobredosis”.
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