El sábado de gloria tendrá lugar el próximo 8 de abril y una de las “tradiciones” en esta fecha de la Semana Santa es el mojarse entre las personas, sin embargo estas acciones son castigadas en la Ciudad de México.
Es menester recordar que este semana mayor llega acompañada de una fuerte sequía que hay en el país, pero en lo que respecta a la zona centro, el Sistema Cutzamala por ejemplo, presenta niveles de presas en promedio un poco por debajo de la mitad de su capacidad (46.4 por ciento).
De acuerdo con la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, en su artículo 29, se considera una infracción para el entorno urbano el “desperdiciar agua” o utilizar indebidamente los hidrantes públicos implica sanciones de 100 a 300 veces la UMA (Unidad de Medida y Actualización).
Lo anterior equivale a sanciones de entre 10 mil 374 y 31 mil 122 pesos, dependiendo del tamaño de la infracción.
¿Por qué se moja la gente en el Sábado de Gloria?
La costumbre de mojarse en el Sábado de Gloria de Semana Santa es una tradición popular en algunos lugares de Latinoamérica, especialmente en México y algunos países de Centroamérica.
Esta costumbre puede tener diferentes orígenes y significados, dependiendo de la región y la cultura. Algunas teorías sugieren que se trata de una representación simbólica de la purificación o limpieza espiritual, ya que el Sábado de Gloria marca el fin de la Cuaresma y el inicio de la celebración de la resurrección de Cristo en la Pascua.
Otra teoría popular sugiere que la tradición de mojarse se originó como una forma de celebrar la llegada de la lluvia en la temporada de primavera, que es una época de renovación y fertilidad en muchas culturas. En algunos lugares, la gente también cree que mojarse en este día puede traer buena suerte y protección contra enfermedades y maleficios.
En cualquier caso, la costumbre de mojarse en el Sábado de Gloria es una forma de expresión popular y festiva en muchas comunidades, y puede ser una oportunidad para la convivencia y el disfrute con amigos y familiares. Es importante recordar, sin embargo, que la tradición debe llevarse a cabo con responsabilidad y respeto hacia los demás, evitando causar daño o incomodidad a otras personas que no deseen participar en la celebración.
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