Luego de que el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, expresó que el agua es un bien nacional y no de un estado, la Alianza Campesina Agropecuaria de Hidalgo (ACAH) le reviró y dijo que el recurso disponible en la entidad es de los hidalguenses.
El diferendo de opiniones se dio en el marco de la obra del Acueducto III, la cual pretende llevar el líquido del municipio de Zimapán a Querétaro.
“Nosotros estamos en nuestro derecho de defender los recursos naturales que tiene el estado y queremos que primero se privilegie a los hidalguenses. Lo que pasa es que somos generosos, estamos dispuestos a solucionar sus problemas, pero primero a los de Hidalgo”, sostuvo Antonio Salim, presidente del Barzón y uno de los miembros del ACAH.
Los campesinos aseguraron que no solo Zimapán lidia con el problema de la falta de agua, sino también los labriegos de las diversas regiones y los propios habitantes de la zona metropolitana de Pachuca, ya que cada vez es más escaso el recurso y no hay estrategias para la suficiencia del líquido.
“El suministro del agua tanto en las ciudades como en el campo se requiere la intervención de gobierno estatal y federal. El agua debe satisfacer primero a los habitantes vecinos y después a los demás”, dijo Salim.
La Alianza Campesina pidió a las autoridades locales salir en defensa del agua para la entidad, así como estrategias que garanticen el abasto del líquido.
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