La personalidad y convicción de la princesa Diana marcó un antes y después en la especial y rígida realeza británica, especialmente con la reina Isabel II con la que tuvo varios desencuentros antes de morir trágicamente en Paris.
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Así, el camino no fue tan sencillo para la primera esposa del Príncipe Carlos. Muchas de sus actitudes no generaron el visto bueno de la Reina Isabel II y hasta trascendieron ciertas tensiones.
Como por ejemplo, el protocolo estricto que siempre mantuvo la monarca se vio sacudido por el estilo libre, transparente y directo de Diana de Gales.
La reina Isabel nunca ha aprobado esa imagen más cercana y accesible de la princesa, que justamente le valió el cariño del pueblo y el apodo de “princesa de corazones”.
Sobre estos momentos de rispideces, el sitio Vix hizo una compilación precisa y que la define a Diana a la perfección.
En 1985, Diana y Carlos hicieron una visita de Estado a Estados Unidos y fueron recibidos en la Casa Blanca por el entonces presidente Ronald Reagan y su esposa, Nancy.
Sin embargo, quienes se llevaron la atención de todos los medios fueron Diana y John Travolta.
Diana era fanática de él y pidió que estuviera en una de las cenas oficiales. Su pedido se hizo realidad. ¡Y no solo eso! Además, cerraron la noche en la pista de baile y acapararon la atención de todos.
La repercusión fue tan grande que el vestido que llevaba esa noche se lo conoce como “Travolta” y fue subastado recientemente por una generosa cantidad.
Recientemente volvió a circular en los diarios la noche en que Diana se disfrazó de hombre para ir con Freddie a tomar un trago a un pub gay en Londres.
La anécdota es maravillosa. Pero a la reina no debe haberle causado demasiada gracia.
Diana eligió para sus hijos una educación y un estilo de vida lo más normal y cercano con otras realidades posible.
De hecho, fueron los primeros integrantes de la realeza en asistir a una escuela, en lugar de ser educados en su casa, y ella misma los acompañaba por los mañanas (una tradición que William y Kate Middleton mantuvieron).
También los llevaba a comer a McDonald’s para que tuvieran los juguetes de la cajita feliz.
Otra anécdota: en 1993, concurrieron los tres a un popular parque de diversiones y ella pidió al personal del lugar que los trataran como a los demás asistentes.
Diana no soportó las infidelidades como lo hizo la reina Isabel
Contrario al estilo de la reina Isabel II -que soportó muchísimas infidelidades-, Diana no temió “ventilar” los problemas de su matrimonio.
En 1991, en una serie de entrevistas para el documental “Diana: In Her Own Words”, ella comentó que su matrimonio siempre “fue de 3”, haciendo referencia a Camilla Parker, la ahora esposa de Carlos.
Con todas estas actitudes, la princesa Diana se ganó el corazón de muchas personas que aún la recuerdan con cariño.