La cantante Yrma Lydya, asesinada a balazos el 23 de junio en el restaurante Suntory de la colonia Del Valle, fue sepultada la tarde de este lunes en el Panteón civil Dolores, en Ciudad de México.
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La misa de cuerpo presente y el entierro se realizaron en una ceremonia íntima con familiares y amigos.
María Jiménez, madre de Yrma Lydya, visiblemente afectada, exigió justicia por la muerte de su hija.
“Yo quiero justicia para mi hija, que no quede impune esto ni para todas las mujeres que han sido lastimadas”, expresó.
Recordó que uno de los sueños más grandes de Yrma era llegar muy lejos como cantante, pero la historia fue otra y ahora pidió que se le recuerde con la imagen de joven y alegre.
“Como era ella que cantaba, que tenía ilusiones, le cortaron todas las ilusiones. Era maravillosa, talentosa, tenía todo por hacer, niña buena”, dijo.
El presunto responsable del asesinato fue identificado como Jesús Hernández Alcocer, su esposo. Fue detenido y trasladado al Reclusorio Preventivo Varonil Norte donde se le dictó prisión preventiva oficiosa después de que un juez calificó de legal su detención y por su posible participación en el feminicidio de la cantante.
Durante la audiencia de cumplimiento de orden de aprehensión, celebrada el domingo, el detenido se declaró inocente.
El agente del Ministerio Público lo imputó por el delito de feminicidio, por lo que la defensa pidió la duplicidad del término.
El 30 de junio continuará la audiencia en la que se definirá su situación jurídica.
La defensa de Jesús N, señaló que su cliente está consciente de la situación, pero que se llegará a la verdad jurídica.
No pesarán las influencias de nadie en el caso de Yrma Lydya: Godoy
Ayer, después de que se diera a conocer las supuestas influencias que tiene Jesús N., la Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, aseguró que garantizarán que no exista impunidad pese a las relaciones que presuma tener alguien.
“Combatir la violencia, exige el compromiso de toda la sociedad, los medios y los líderes de opinión. Nadie puede permanecer indiferente frente a actos de violencia feminicida, como el que vimos en un restaurante la semana pasada.
“Hay que combatir la impunidad y enviar un mensaje muy claro a toda la sociedad: Quien le arrebate la vida a una mujer será detenido y llevado a juicio para que reciba la más alta condena por su delito”, agregó.
De acuerdo con versiones periodísticas, cuando la policía llegó a la escena del crimen para detener a Jesús Hernández, éste no se quedó callado.
Los testigos dicen que quiso utilizar la vieja práctica que durante años le había funcionado: dijo ser un hombre influyente y amenazó a los oficiales. Pero su palabra ya no fue suficiente para evadir la ley.
En el famoso restaurante Suntory de la colonia del Valle, Hernández ha vivido al menos dos de los momentos que han marcado su vida. El primero, una reunión con el Obispo Onésimo Cepeda en la que celebraron juntos un fallo judicial a su favor obtenido, supuestamente, al sobornar a otros dos magistrados federales, con lo que habrían consumado un fraude por 130 millones de dólares.
El segundo, también en junio, pero 11 años después, el presunto asesinato a quemarropa de su esposa, la cantante Yrma Lydya.
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