La Fiscalía General de la República (FGR) indaga el pago de 29.3 millones de dólares del gobierno federal de Enrique Peña a la consultora BAIN & Company México, de la cual era parte Gilda Susana Lozoya Austin, hermana del entonces director de Pemex.
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Además del conflicto de interés, la pesquisa acredita que los supuestos servicios prestados no fueron comprobados.
De acuerdo con la indagatoria, el millonario contrato se firmó entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la consultora mediante una adjudicación directa otorgada el 27 de octubre de 2015.
BAIN & Company México debía elaborar el programa de transformación de la CFE, incluido el modelo operativo, plan de inversiones, estrategia de financiamiento y plan de negocios 2016-2020.
La oferta de BAIN, propuesta originalmente en 28.8 millones de dólares, incluía 29 productos y 76 asesores, incluida la hermana del entonces director de Pemex, Emilio Lozoya.
“En el listado de 76 asesores expertos ofertados, BAIN incluyó y se le aprobó la participación de Gilda Susana Lozoya Austin, con lo que se actualizaba un supuesto conflicto de interés por ser pariente consanguíneo de Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex, lo cual era suficiente motivo para desechar su oferta”, dice la denuncia de la CFE ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.
La dirección Corporativa de Negocios Comerciales de la CFE reportó que no existe evidencia de la implementación y funcionalidad de los productos pagados y que ni siquiera hay documentos que comprueben su entrega.
La hermana de Lozoya sigue prófuga
Actualmente la hermana de Lozoya es prófuga de la justicia por una orden de aprehensión librada en su contra por lavado de dinero, ya que supuestamente fue beneficiaria de los sobornos que cobró el ex director de Pemex a Odebrecht.
La indagatoria implica tanto a ejecutivos de BAIN & Company México como a directivos de de la CFE como Guillermo Turrent Schnaas, ex director de Modernización, y Javier Gutiérrez Becerril, ex subdirector de Modernización, debido a que la auditoría realizada al contrato, incluida en el expediente, reveló una tendencia a favorecer a la firma trasnacional sobre otras que ofrecían mejores condiciones.
En la denuncia se hizo notar que de los 76 expertos o asociados comprometidos en el proyecto, se registró la asistencia de solo 44 de ellos, pero que otras 72 personas no consideradas en el contrato asistieron a las instalaciones y tuvieron acceso a información privilegiada e instalaciones estratégicas de la CFE sin ser supervisadas por los administradores del contrato.
Agencia Reforma