El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le dijo a Kevin Liptak de CNN que no estaba preocupado por los boicots de los líderes, incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador y otros presidentes centroamericanos, contra la Cumbre de las Américas.
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Cuando Liptak le preguntó si estaba preocupado, respondió simplemente: “no”, mientras la prensa era escoltada fuera de una reunión en la que Biden se presentó con la vicepresidenta Kamala Harris y los líderes del Caribe.
La decisión del presidente de México de boicotear la cumbre de líderes regionales de esta semana en Los Ángeles hizo inútiles los meses de trabajo del presidente Joe Biden y otros altos funcionarios para convencerlo de que asistiera.
La decisión de varios países de mantenerse alejados de la cumbre, una protesta por la decisión de Biden de no invitar a tres autócratas regionales (Cuba, Venezuela y Nicaragua), ha subrayado la lucha por ejercer la influencia de Estados Unidos en una región que se ha fracturado políticamente y lucha económicamente.
“Miren, pensé que era importante que viniera porque creo que, cuando está presente todo el mundo… debería ser entre mandatarios”, dijo Biden al entrar a la reunión que ya había comenzado.
“Hay mucho de qué hablar”, dijo. “¿Estamos hablando de todo frente a la prensa?”
“No”, dijo Harris.
“Mi objetivo es intensificar la relación con el Caribe”, afirmó.
Durante la Cumbre de las América, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que impulsará valores democráticos en la región y agregó que no hay nada que no puedan lograr y que están listos.
Loa acuerdos de la Cumbre de las Américas
Los líderes que asisten a la Cumbre de las Américas emitirán un comunicado en el que se comprometen a tomar medidas para frenar la migración ilegal y ayudar a los países que acogen a un gran número de migrantes a hacerles frente.
El documento, fechado a principios de esta semana, incluye el compromiso de trabajar para convocar a los bancos a fin de que revisen sus instrumentos financieros para los países que acogen a los migrantes, así como para mejorar el acceso de éstos a los servicios públicos y privados.
También enumera las promesas de los países del Hemisferio Occidental de trabajar juntos para impulsar la cooperación regional en materia de seguridad, el intercambio de información y los regímenes de visados, al tiempo que se intenta reforzar y ampliar las oportunidades de trabajo temporal.
La Casa Blanca y el Departamento de Estado no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios sobre si el borrador era definitivo.
El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, asumió el cargo en enero de 2021 prometiendo revertir muchas de las políticas de inmigración de línea dura de su predecesor republicano Donald Trump, pero ha tenido problemas para contener el número récord de migrantes en la frontera con México.
La inmigración ha ocupado un lugar destacado en la agenda de la cumbre organizada por Biden en Los Ángeles. Sin embargo, la ausencia de líderes de México y de otros países que envían muchos migrantes al norte ha planteado dudas sobre cuánto se avanzará.
Washington decidió excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la cumbre, lo que hizo que algunos líderes se mantuvieran al margen.
En los últimos meses, el Gobierno de Biden ha tratado de presentar la migración como un reto para todas las Américas, pidiendo a otros países que refuercen los sistemas de protección de los migrantes y amplíen su acceso a las vías legales.