Nadie lo vio venir, pero por momentos fue una cátedra de boxeo. Dimitri Bivol unificó los cinturones en el peso semicompleto al derrotar a Saúl ‘Canelo’ Álvarez con las tarjetas de por medio en una decisión unánime que le dio el triunfo al ruso con tarjetas de 115-113. Simplemente incontestable.
Esos planes en los que Canelo se veía peleando en la categoría de los completos, en Usyk, una trilogía con Golovkin y hasta pelear en el Estadio Azteca tendrán que esperar pues deberá venir un tiempo de reflexión para el mexicano.
El primer round fue de estudio, más del ruso que del mexicano. Canelo desde el principio y sin arriesgar buscó conectar a Bivol que mantenía bien la guardia y priorizaba la defensa ante el ataque de Álvarez, pero sobre el final de ese asalto ambos arriesgaron y el combate comenzó a tomar sabor.
Y entonces el ruso tomó confianza. Dimitri Bivol salió a demostrar su poder desde el segundo asalto en el que comenzó a mantener a raya a Canelo con su mayor alcance de brazos e incluso con combinaciones que generaron un mormullo de nerviosismo en la T-Mobile Arena.
Bivol comenzaba a demostrar que había rival y de sobra para un combate que por momentos parecía complicársele de más al Canelo y es que pocas veces en los últimos años había tenido un contendiente que desde los primeros rounds le metiera la manos.
Canelo se puso nervioso
El nerviosismo creció de a poco, el gran ambiente que reinaba en el recinto de la ciudad del pecado de a poco se apagó y fue en el sexto episodio que el ruso le dictó una combinación que Canelo soportó y que no mermó su confianza como para bajar la guardia y retar al ruso a que intentara darle otra dosis similar. El público se acudió un poco de la incertidumbre ahí.
No mucho cambió en el sexto y séptimo asalto. Bivol siguió metiendo las manos y Canelo intentó ponerle hielo para bajar las revoluciones de un cada round más inspirado campeón ruso y para tomar un respiro que por momentos dejaba la puerta abierta para recibir los mísiles que le ponían nervio a toda la arena.
A partir del octavo round el cansancio de Bivol apareció y equilibró una pelea que en principio parecía del ruso. Fue ahí cuando Canelo comenzó a conectar más golpes de poder y de hecho levantó al recinto en el noveno episodio cuando conectó par de golpes que lo metieron de lleno en la pelea. De entrada, tanto el noveno como el décimo parecieron ser del mexicano.
Fue entonces en el round 11 que la frustración hizo presa de Saúl Álvarez. El mexicano cargó, literal, al ruso en un abrazo en el que le respondieron con un candado al cuello y que reflejó la molestia de un Canelo que sabía que la pelea se le había ido de los puños.