Una mexicana identificada como Paola fue víctima de violación mientras trabajaba en Catar y lejos de recibir ayuda de las autoridades locales ella misma fue acusada y condenada a 7 años de prisión y a recibir 100 latigazos por “sostener una relación extramarital”.
Ella, luego de unos meses decidió contar el martirio que vivió tras el abuso y la inesperada reacción de las autoridades locales a quienes pedía ayuda.
Y es que las leyes de Catar son sumamente apegadas a las normas del islam y la mujer local no tiene muchos derechos, en comparación con los hombres.
La historia de la mexicana
Paola Schietekat había logrado conseguir el trabajo de sus sueños: formar parte del Comité Organizador del Mundial de Qatar 2022. Sin embargo, este sueño terminaría de forma abrupta cuando, en junio de 2021, un compañero de trabajo irrumpiera en su habitación para violarla.
Luego del abuso, apenas unas horas después, la chica logró contactar con un amigo que también trabajaba en Qatar y solicitar ayuda para denunciar el abuso.
Lamentablemente, cuando llegó ante las autoridades cataríes, lejos de encontrar apoyo y justicia ante los lamentables hechos, las propias autoridades la acusaron de “mantener una relación extramarital” por lo que fue sentenciada a 100 latigazos y pasar 7 años en una cárcel.
La única solución que ofrecieron las autoridades ante la violación y la supuesta “relación extramarital” era que Paola se casara con su agresor.
Denuncié porque, en un acto de amor propio, me negué a dejar que alguien lastimara así mi cuerpo de nuevo, sin consecuencias”, sin pensar que la solución que le darían las autoridades sería que contrajera matrimonio con el hombre que abusó de ella”, escribiría Paola en una carta.
¿Qué hicieron las autoridades mexicanas?
Paola acudió con las autoridades mexicanas para que la asesoraran y acompañaran en todo el proceso contra su agresor. Sería el cónsul de México en Catar quien le recomendaría seguir el caso hasta las últimas consecuencias.
Me hacen más daño ilusionandome con que va a haber justicia y luego nada, que no haciendo nada”, cuenta en un mensaje de Twitter.
Mientras tanto, las autoridades de Catar organizaron un careo con el agresor y así confrontarlos y mantener un largo interrogatorio con los investigadores.
Sin embargo, como parte de las investigaciones a ella le fue requerida una prueba de virginidad, esto pues el agresor había argumentado que entre ambos existía una relación de pareja.
“De un momento a otro, mi denuncia ya no importaba. Todo se centró alrededor de la relación extramarital, mientras que, bajo mi abaya, la túnica que me recomendaron usar para parecer una ‘mujer de buena moral’, seguían las marcas, moradas, casi negras”, escribió Paola
Y es que Paola documentó todas las agresiones: tomó fotos de los moretones tras la violación. Sin embargo, esto no fue suficiente prueba para las autoridades locales.
Ante esta situación y el eventual castigo al que Paola podría ser sometida, el Comité Supremo de Entrega y Legado le ayudaría a regresar a México.
En México, paró la adrenalina y empezó un proceso más lento, aunque igual de complejo y doloroso. El ¿y ahora qué?”, subrayó Paola.
¿Qué pasó con el agresor de Paola?
Poco se pudo hacer para que el agresor de Paola fuera encarcelado, luego de un tiempo fue absuelto por las autoridades cataríes por “no existir cámaras que señalaran la puerta del apartamento donde vivía Paola”, sin esto -aseguraban- no se podía comprobar que el hombre entró sin permiso.
Por increíble que pueda sonar, la sentencia contra Paola sigue vigente y por ese motivo no puede regresar a Catar.
Marcelo Ebrard brinda apoyo a Paola
Luego de que este caso se volviera viral en redes sociales los mensajes de apoyo no se hicieron esperar. Las autoridades mexicanas también se pusieron en contacto para ayudarla en todo el proceso.