La Diócesis de Ecatepec informó que Onésimo Cepeda, Obispo Emérito, falleció este 31 de enero, hacia las 22:50 horas.
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Asimismo, informó que se dispondrá un novenario por su eterno descanso en toda la Diócesis, y posteriormente se comunicará el día y la hora de la celebración exequial en la Santa Madre Iglesia Catedral.
“Nos unimos en la cercanía de la fe y la oración por su eterno descanso, manifestamos nuestras condolencias a sus familiares, amigos y fieles que sirvió en vida como su pastor”, se informa en un comunicado.
“Rogamos a nuestro Señor Jesucristo, lo reciba y premie en su Reino, por su generoso servicio y entrega pastoral en bien del pueblo encomendado, y a todos nosotros los que peregrinamos en el tiempo, imploramos que nos conforte en esta tribulación con la esperanza de la Vida Eterna”.
En la primera semana de enero, Onésimo había sido intubado tras dar positivo a Covid-19, había dado a conocer la Diócesis de Ecatepec.
Onésimo, ‘el capellán de los Diablos’
Onésimo Cepeda se hacía llamar “el capellán de los Diablos” y llevaba una vida de gustos mundanos para un hombre de fe, Obispo emérito de la Diócesis de Ecatepec, siempre controversial y polémico.
Su cercanía con el empresario Alfredo Harp Helú, a quien consideraba el mejor de sus amigos y con quien presumía haber trabajado en la bolsa de valores, le permitía tener acceso a los vestidores de los Diablos Rojos de México y a fondos presupuestales para remodelaciones y mejoras en la Diócesis de Ecatepec.
“Soy un Obispo atípico porque digo y hago cosas que los demás no se atreven o no quieren hacer. Me gustan los toros y voy a los toros porque me da la gana, porque no veo nada de malo en ir a los toros.
“Me gusta el beisbol y soy el capellán de los Diablos Rojos. Yo digo que soy el único que puede llevar a los Diablos a Los Pinos y al cielo”, declaraba Onésimo en la plenitud de su obispado en 2004.
Al inaugurar la Catedral de Ecatepec, en 1995, el Obispo Onésimo Cepeda contó con la asistencia del entonces Presidente Ernesto Zedillo.
“Es la primera vez, en toda la historia de México -que yo recuerde-, que un Presidente viene a develar una placa en la inauguración de una catedral. Y yo, por eso, lo felicito, porque tiene valor para hacerlo; porque sé que, además, en estas condiciones no es muy fácil”, agradeció el jerarca católico.
Su cercanía con el priismo motivó una queja ante el Vaticano por hacer proselitismo en favor del PRI y su candidato presidencial, Francisco Labastida, en 1999.
Luego siguieron sus críticas hacia la Teología de la Liberación y al subcomandante Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y más tarde a la creciente influencia de movimientos de izquierda. Cuando hablaba del PRD decía que era “un partido que tiene un sol más oscuro que la luna”.
En 2006 Onésimo fue demandado por la actriz Jesusa Rodríguez y citado por la Secretaría de Gobernación por su intervención en política, luego de que en Ecatepec le preguntaron su opinión sobre quiénes se perfilaban como aspirantes presidenciales.
“Me preguntaron: ‘¿Madrazo es un candidato de altura?’ Yo respondí que sí. Me dijeron: ‘¿Calderón es un candidato de altura?’ También respondí que sí.
“Y después me dijeron: ‘¿López Obrador es un candidato de altura?’ Y mi respuesta fue: ‘Yo creo que sí… a quien le recomiendo no pelearse con la prensa ni con los empresarios porque ellos son quienes hacen y deshacen la política de México’. Fue una simple recomendación”, defendía.
En 2008 fue denunciado ante la Procuraduría de Justicia del entonces Distrito Federal por fraude procesal, que consistió en la simulación de un préstamo de 130 millones de dólares a la señora Olga Azcárraga de Robles León, con la intención de pretender apropiarse de una de las colecciones privadas de arte más valiosas en México.
Dicha acusación lo acompañó durante varios años hasta su retiro en 2012, cuando dejó la Diócesis de Ecatepec.
“Alguna vez me preguntaron si era el Obispo de los ricos, a lo que respondí que soy el Obispo rico metido a pobre con los pobres porque estoy viviendo en Ecatepec y vivo con mis amigos pobres de Ecatepec. Si yo era socio de Carlos Slim, si fui el gerente más joven de la banca privada en México y trabajé en la Casa Blanca (buscando créditos para el Banco de Londres y México), entonces no me estaba muriendo de hambre, ¿verdad?
“Tenía con qué vivir y con qué vivir muy bien, entonces me meto al sacerdocio, lo que no implica que haya hecho algún voto de pobreza, tengo voto de castidad y de obediencia. ¿Que juego golf? ¡Pues sí juego golf! Es algo que me da mucha risa, yo jugué golf desde los seis años, no me explico por qué dejar de hacerlo ahora”, justificaba en 2007.
En una de sus últimas apariciones públicas, en abril de 2021, el Obispo Onésimo Cepeda anunció su intención de registrarse como candidato a diputado local en el Estado de México por el partido Fuerza por México, de su amigo el dirigente obrero Pedro Haces. El anuncio duró apenas unas horas antes de que se reconociera que la nominación no prosperaría.
¿Cómo le gustaría que lo recordaran?
“Dios me ha permitido tener una vida plena. Desde mi vida de frivolidad y de trabajo como profesional, hasta mi vida de Iglesia, ha sido una vida que me ha llenado plenamente. Doy infinitas gracias a Dios que me ha permitido defender las cosas que hablo. En este México es difícil hacer eso, cuando tú defiendes la verdad te conviertes en un Obispo atípico, en un Obispo controvertido, como me han dicho y se han cansado de decirme ustedes.
“Pero no me preocupa porque creo que diciendo lo que debo decir estoy cumpliendo con el único con el que me importa cumplir que es con Cristo. Me gustaría que me recordaran como un hombre que nunca le sacó a convivir con los pobres, sino al revés, que quiso ser amigo de los pobres”, dijo a REFORMA en entrevista en 2007.
Agencia Reforma