Ante el Consejo de Seguridad, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aseguró que los esfuerzos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para combatir el tráfico y el desvío de armas han sido insuficientes.
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Ebrard encabezó hoy ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, órgano que México presidirá este mes, un debate sobre el tráfico de armas en el que hizo un llamado a combatir este fenómeno y reforzar compromisos, buscando la cooperación del sector privado.
“Muchos son los esfuerzos que desde las Naciones Unidas se han emprendido para fortalecer la cooperación y acción conjunta, que permitan prevenir y contrarrestar las prácticas ilegales en el mercado de armas pequeñas y ligeras, así como sus terribles consecuencias. Sin embargo, nuestros esfuerzos han sido, debemos reconocerlo, insuficientes”, aseguró.
Durante el debate abierto “El impacto del desvío y tráfico de armas para la paz y la seguridad”, convocado por México en su calidad de presidente del Consejo de Seguridad, Ebrard insistió en que el tráfico ilícito y el desvío de armas pequeñas y ligeras, así como su acumulación y proliferación en distintas zonas del mundo, son una amenaza a la paz y a la seguridad internacionales.
“El tráfico de armas es un fenómeno global que afecta gravemente y en múltiples dimensiones a la población civil: destruye el tejido social, propicia la violencia, en especial contra grupos vulnerables. Genera desplazamientos y flujos irregulares de personas que desean escapar de contextos de inseguridad”, agregó Ebrard.
Consideró que las acciones específicas del Consejo de Seguridad, a través del establecimiento y monitoreo de embargos de armas o algunos programas de la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional, el Tratado sobre el Comercio de Armas, o los esfuerzos para el Registro de Naciones Unidas sobre Armas Convencionales, son claros ejemplos de que la comunidad internacional ha mostrado su disposición de abordar integralmente este reto, a través de mandatos específicos, recomendaciones y líneas de acción común.
Sin embargo, consideró que la comunidad internacional debe hacer más para abordar el impacto del desvío y tráfico de armas para la paz y la seguridad en el mundo.
“Debemos hacer más para disminuir el desvío y tráfico de armas y sus consecuencias negativas, en particular en países que se debaten con altos niveles de violencia criminal”, dijo Ebrard.
Ebrard pide apoyo al sector privado
El canciller explicó, a nombre de México, que en el país se cree que, tanto gobierno como en el sector privado, deben trabajar en conjunto para frenar el tráfico ilícito de armas.
“En México creemos que los gobiernos y el sector privado deben de trabajar en conjunto para frenar el tráfico de armas y sus efectos nocivos en las poblaciones. Los actores privados deben contribuir con acciones decisivas de autorregulación y de monitoreo de sus cadenas de distribución a fin de evitar el desvío y tráfico ilícito de las armas que producen y comercializan, así como asegurarse que las que fabrican bajo la ley, no lleguen a manos criminales”, explicó.
También enfatizó el impacto desproporcionado que tienen el tráfico y el desvío de armas pequeñas y ligeras sobre mujeres, niños, y niñas.
“Y aunque la disponibilidad de armas afecta tanto a mujeres como a hombres, es imperativo reconocer las repercusiones de género derivadas del tráfico y el desvío de estas armas, como facilitadores de todo género de violencia incluyendo la violencia sexual en los conflictos, y de muchas otras dinámicas que afectan la integridad y la vida de las mujeres y los niños”, resaltó el canciller.
Las declaraciones de Ebrard durante el debate abierto se dan en el mismo día en el que se espera que las once empresas fabricantes de armas demandadas por México en Estados Unidos presenten su contrarréplica ante tribunales.