La marcha conmemorativa por el 2 de octubre, en la que participaron unas 80 personas vestidas de negro y encapuchados quienes realizaron pintas al mobiliario público y fachadas de negocios, rompieron cristales, lanzaron cohetones, petardos y bombas molotov, dejó cinco policías lesionados.
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A los uniformados se les agredió con martillos, piedras y explosivos, entre otros objetos, algunos de los cuales les prendieron fuego.
Tras los hechos, los anarquistas fueron encapsulados a la altura de Eje Central Lázaro Cárdenas y las calles Donceles y Tacuba.
De acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México, la policía implementó acciones de contención y usó para su protección el polvo de extintores, escudo y casco, en apego al Acuerdo para la actuación policial en manifestaciones y reuniones de la Ciudad de México. Los cinco elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (dos mujeres y tres hombres), fueron auxiliados en el sitio por personal del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y no requirieron traslado a hospital para atención médica.
Una vez encapsulados, se buscó el diálogo con el grupo para permitirle el paso a la Plaza de la Constitución si entregaban martillos, palos, cohetones y el resto de los objetos peligrosos, a efecto de no poner en riesgo a ningún manifestante.
Pero como no aceptaron se les encauzó hacia la estación Garibaldi del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro sin que hubiera personas detenidas.
Fue el 53 aniversario de la marcha del 2 de octubre
La marcha fue acompañada por ocho testigos supervisores de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), servidores públicos de Concertación Política de la Secgob, personal de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRyPC) y de la Instancia Ejecutora del Sistema Integral de Derechos, así como la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta.
Las movilizaciones por el 53 aniversario de la Matanza de Tlatelolco iniciaron desde las 12:30 de este sábado con una guardia de honor que se realizó en la Estela ubicada en la Plaza de las Tres Culturas, donde se rindió tributo a las personas que perdieron la vida en el mitin realizado en ese mismo sitio en 1968.
Después se llevó a cabo una asamblea en la cual diversas organizaciones sociales, estudiantiles y populares expusieron una serie de propuestas para hacer frente al escenario de marginalidad, violencia y precariedad que existe actualmente en el país.
Poco antes de las 16 horas, los diversos contingentes que participan en la marcha se colocaron sobre Eje Central, encabezados por el Comité del 68, y dieron inicio a la caminata que se realiza para alzar nuevamente la voz en demanda de castigo a los responsables de los actos de violencia de Tlatelolco, pero también de otros agravios históricos, entre ellos la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Entre los participantes hubo grupos de estudiantes de diversas escuelas normales rurales del país, así como de varias universidades e instituciones públicas de educación superior, entre ellas la UNAM, la UAM y el IPN. Junto con ellos marchan organizaciones sindicales, vecinales y populares que también exponen sus demandas.