Hablando de forma presencial desde la sede de Naciones Unidas en Nueva York, luego de una edición virtual por el Covid-19, el Secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que debido a la pandemia de Covid-19, la crisis climática y las amenazas a los derechos humanos, el mundo está “al borde del abismo”.
Al abrir la 76 sesión de la Asamblea General de la ONU, Guterres urgió a los líderes de los gobiernos ahí reunidos tomarse en serio los retos del mundo y trabajar para restaurar la esperanza y la confianza.
“Estoy aquí para dar la alarma, el mundo debe despertar. Estamos en el borde de un abismo y caminando en la dirección incorrecta. Nuestro mundo nunca ha estado tan amenazado ni tan dividido”, alertó el Secretario este martes.
“Enfrentamos la crisis más grande de nuestras vidas. La pandemia de Covid ha aumentado las inequidades globales, la crisis climática está azotando el planeta. Los derechos humanos están en fuego y la ciencia está bajo asedio. La solidaridad está perdida cuando más la necesitamos”, dijo el secretario general de la ONU.
Por un lado, Guterres elogió el “ingenio humano” demostrado en el desarrollo en tiempo récord de la vacuna contra el Covid-19, pero criticó la “falta de voluntad política” para lograr el acceso equitativo a las dosis, pues los países ricos tienen un exceso de vacunas, mientras los pobres están sin inyecciones.
“Debemos cerrar la brecha entre los ricos y pobres dentro y entre las naciones. Eso inicia con terminar con la pandemia para todos y en todos lugares”, señaló en la sede de la ONUI.
“Necesitamos urgentemente un plan de vacunación global que al menos duplique la producción de vacunas y asegurarnos de que las vacunas lleguen al 70 por ciento de la población global en la primera mitad de 2022”.
Además, Guterres urgió a los gobiernos a cumplir y ampliar sus compromisos para frenar el calentamiento global y el cambio climático que está afectando a todo el mundo con una serie de desastres cada vez más fuertes.
“Vemos las señales de alerta en cada continente y región. Temperaturas abrasadoras, pérdidas impactantes de biodiversidad, aire y agua contaminadas en espacios naturales. Y los desastres relacionados al clima en cada esquina”, dijo el secretario general de la ONU.
“Los científicos climáticos nos dicen que aún no es muy tarde para mantener vivo el objetivo de (mantener el calentamiento a) 1.5 grados del acuerdo de París, pero la ventana se está cerrando repetidamente. Necesitamos cortar las emisiones al 45 por ciento en 2030, y aun así, los recientes reportes dejan claro que con los actuales compromisos nacionales sobre el clima las emisiones aumentarán un 16 por ciento en 2030”.
Además de las crisis tangibles, como la pandemia, los ataques a derechos humanos o las migraciones, Guterres advirtió sobre una nueva enfermedad que se esparce en el mundo: la desconfianza.
“(Pasa) cuando la gente ve a billonarios yendo al espacio, mientras millones se mueren de hambre en la Tierra, cuando los padres ven un futuro para sus hijos cada vez más desolado que los problemas de hoy y cuando la gente joven no ve ningún futuro”, afirmó el secretario general de la ONU.
“Enfrentamos un momento de verdad, ahora es el momento de dar resultados, ahora es el momento de restaurar la confianza y ahora es el momento de inspirar esperanza y yo tengo esperanza”.
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El mundo está en un “punto de inflexión”: Bide en la ONU
El presidente Joe Biden dijo en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU que el mundo se encuentra en un “punto de inflexión en la historia” y debe actuar rápida y cooperativamente para enfrentar los problemas de la pandemia de Covid-19, el cambio climático y los abusos a los derechos humanos.
En medio de las tensiones crecientes con China, Biden declaró que Estados Unidos “no quiere una nueva Guerra Fría”.
Sin nombrar a China, el presidente reconoció que el aumento de las tensiones causa preocupación en el mundo, pero dijo que “no queremos una nueva Guerra Fría ni un mundo dividido en bloques rígidos”.
Dijo que su decisión de poner fin el mes pasado a la guerra más prolongada de Estados Unidos, en Afganistán, le permite a su gobierno dedicarse a la diplomacia intensiva en momentos de múltiples crisis. Expresó su convicción de que “para cumplir con nuestro propio pueblo, debemos comprometernos profundamente con el resto del mundo”.