El Presidente Joe Biden prometió vengar la muerte de los 13 soldados estadounidenses que fallecieron en los ataques llevados a cabo por el Estado Islámico-Khorasan (ISIS-K, por sus siglas en inglés) en el aeropuerto de Kabul.
“Para quienes realizaron este ataque, así como para cualquiera que desee daño a Estados Unidos, sepan esto: no perdonaremos, no olvidaremos.
“Los cazaremos y los haremos pagar”, subrayó Biden.
El Mandatario dijo que había pedido a sus comandantes que encontraran formas de atacar a ISIS-K.
“Responderemos con fuerza y precisión en el lugar que escojamos y en el momento que elijamos”, sostuvo.
Biden habló ayer desde la Casa Blanca poco después de que el Pentágono confirmara la muerte de los miembros del servicio estadounidense.
“(Los soldados fallecidos) fueron héroes que se comprometieron en una misión peligrosa y desinteresada para salvar las vidas de otros”, reconoció.
Respecto a las evacuaciones, el Presidente aseguró que estas seguirán hasta la fecha límite del martes entrante.
El ex Mandatario estadounidense Donald Trump, quien pactó la paz con los talibanes y también estableció la retirada de tropas, deploró el atentado.
“Nunca se debería haber permitido que esta tragedia sucediera, lo que hace que nuestro dolor sea aún más profundo y más difícil de entender”, apuntó en un comunicado.
En tanto, el Secretario General de la ONU, António Guterres, convocó una reunión del Consejo de Seguridad sobre Afganistán.
El saldo final de los ataques fue de 73 muertos
A 11 días de que los talibanes asumieron el poder, Afganistán fue víctima de un ataque terrorista que estremeció al mundo.
Dos atacantes suicidas del Estado Islámico-Khorasan (ISIS-K, por sus siglas en inglés) arremetieron contra multitudes de personas que fueron en masa al aeropuerto de la capital para escapar del país, tras 20 años de guerra y en medio de la retirada a contrarreloj de las tropas estadounidenses y aliadas.
El doble atentado dejaba hasta anoche un saldo de 73 muertos, 13 soldados de Washington y 60 civiles afganos.
Además, 18 miembros del servicio estadounidense resultaron heridos, por lo que los funcionarios advirtieron que el número de víctimas fatales podría aumentar.
Y más de 140 afganos quedaron lesionados.
Las tropas que fallecieron ayer fueron los primeros militares estadounidenses muertos en Afganistán desde febrero de 2020.
Para el Ejército de Estados Unidos, fue el día con más bajas que cualquier otro desde 2011.
ISIS-K, el afiliado afgano del Estado Islámico, se atribuyó la responsabilidad de los ataques en un comunicado.
Por su parte, los talibanes condenaron las explosiones en la “zona donde las fuerzas estadounidenses son responsables”.
Tanto el Presidente Joe Biden como el general de Washington que supervisa la evacuación dijeron que los ataques no evitarán que se rescate a ciudadanos y otros, por lo que los vuelos continúan de cara a la fecha límite del martes entrante.
El jefe del Comando Central de Estados Unidos, Frank McKenzie, apuntó que hasta anoche había una gran cantidad de seguridad en el aeropuerto y que se habían establecido rutas alternativas para salir del país.
Alrededor de 5 mil personas esperaban vuelos en el aeródromo, en comparación con las más de 10 mil del miércoles, informó.
Más de 100 mil personas han sido evacuadas de Afganistán en las últimas dos semanas.
Los ataques se produjeron horas después de que las autoridades occidentales alertaran sobre un riesgo mayor.
Una de las explosiones golpeó a personas que estaban en un canal de aguas residuales.
Aquellos que momentos antes tenían la esperanza de tomar un vuelo, llevaron a los heridos a las ambulancias, con sus propias ropas ensangrentadas y aún aturdidos.
La segunda explosión ocurrió en el Hotel Baron o cerca de él, donde se les pidió a muchas personas, incluidos afganos, británicos y estadounidenses, que se reunieran en los últimos días antes de dirigirse al aeropuerto para la evacuación.
El afiliado de ISIS en Afganistán es mucho más radical que los talibanes, y entre ellos han luchado múltiples veces.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, explicó que los insurgentes han estado examinando a las personas fuera de las puertas del aeropuerto previo a permitirles el acceso, aunque no había indicios de que ellos permitieran deliberadamente que ocurrieran los ataques.
Indicó que Estados Unidos pidió a los comandantes talibanes que refuercen la seguridad, ante la posibilidad de otros atentados.
Algunas naciones ya han terminado sus evacuaciones y han comenzado a retirar a sus soldados y diplomáticos.
Agencia Reforma