El Presidente Andrés Manuel López Obrador recomendó a los Gobernadores entrantes que, sin afán de venganzas, auditen a sus antecesores, y denuncien en caso de hallarse irregularidades en esos Estados.
“Yo lo recomendaría eso, que se hagan auditorías, claro, es decisión de cada quien, y que se deslinden responsabilidades sin afán de venganzas, sino nada más para que la ciudadanía esté informada de cómo entregan, cómo está la situación de las deudas, no solo la deuda formal contratada con bancos, sino la deuda a proveedores, los sueldos, el pago a los trabajadores, todo un informe completo y si hay irregularidades, a la Fiscalía, y ya es la autoridad competente la que va a resolverlo”, comentó en conferencia.
El Mandatario federal consideró importante que quede constancia de que se presentaron denuncias, de ser el caso, para que no queden sin castigo las corruptelas en esos estados.
“Porque si no es lo mismo”, dijo, “hubo desfalco, no dijeron nada, lo asumieron, y parte de la crisis actual es lo que se viene arrastrando de tiempo atrás, entonces es necesario que se hagan los avalúos, es una recomendación que nosotros tenemos como autoridad, los municipios, los estados, son libres, soberanos, para eso tienen Congresos locales, los Tribunales superiores de justicia”.
Eso corresponde a las autoridades locales, insistió, es solo una opinión porque sí se debe de cuidar.
López Obrador aseguró que su administración no debe recursos a los Gobiernos locales, pues puntualmente se les entregan sus participaciones y hasta se les adelantan.
Pero, aclaró, hay que mantener finanzas públicas sanas, la clave es no permitir la corrupción y aplicar la austeridad.
“Si no se destierra la corrupción no hay salida”, sentenció.
Los Estados más endeudados
Los Gobernadores que iniciarán funciones este año recibirán estados endeudados y con problemas financieros de corto plazo.
La situación en algunas entidades es tan grave que el propio Presidente dio a conocer la petición de varios Mandatarios electos para que la Federación no deposite más dinero en las arcas administradas por los que ya se van.
De todas los estados que renovarán gubernatura este año, Nuevo León es el Estado que arrastra la mayor deuda de largo plazo, derivada de los excesos registrados en la Administración del priista Rodrigo Medina, que dejó una deuda de 63 mil 800 millones de pesos.
A eso se suman 19 mil 500 millones de deuda que contrató el Gobierno del independiente Jaime Rodríguez “El Bronco”.
En Colima, la transición se registrará en medio de una crisis de liquidez. Cuatro meses antes de abandonar la Administración, el Gobernador priista Ignacio Peralta declaró la quiebra y dijo no tener dinero ni para pagar los salarios de burócratas, maestros y jubilados.
En la gestión de Peralta, la deuda estatal se incrementó en 977 millones de pesos. Según la Gobernadora electa de Morena, Indira Vizcaíno, podría heredar pasivos por 8 mil 500 millones.
Agencia Reforma