Un artículo publicado en la prestigiada revista científica “The Lancet” advierte errores y falta de planificación del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador como factores del desabasto de medicamentos en el País.
Titulado “Falta de Medicinas en México” y firmado por el periodista David Agren, el artículo subraya que muchas recetas están sin surtir debido a la escasez de medicamentos generada principalmente por los cambios en el modelo de compra.
“El Presidente López Obrador ha culpado a la corrupción, pero los analistas dicen lo contrario”, sentencia el artículo de Agren, quien también colabora con The Guardian.
“Los analistas atribuyen la escasez a la falta de planificación, al no apreciar las complejidades de la adquisición de productos farmacéuticos y al pasar por alto las dificultades de distribución”.
El artículo señala que México ha sufrido escasez continua de medicamentos contra el cáncer durante los últimos dos años, lo que, según expertos consultados, es el resultado de que López Obrador cambió el proceso de adquisición de productos farmacéuticos, mismo que el Mandatario federal consideraba plagado de corrupción y alza de precios.
“El problema es que este Gobierno ha cancelado cosas que existían sin tener claro qué iba a hacer a continuación”, dijo Denise Tron Zuccher, abogada y coautora de un estudio sobre la escasez, elaborado por Impunidad Cero.
“La escasez se extiende más allá de los medicamentos contra el cáncer e incluye medicamentos como la metformina, la insulina y las vacunas que no son Covid-19, según informes de los medios y un estudio de Cero Desabasto”, alerta el escrito.
La especialista de Impunidad Cero también declaró que, al eliminar la compra consolidada del IMSS y apostar por la UNOPS para la adquisición de medicamentos, el Gobierno perdió conocimiento en compras y distribución, improvisó y provocó retrasos no deseados.
“El Gobierno federal nunca se dio cuenta de que al deshacerse de este sistema (comprando a través del IMSS) habría muchas consecuencias no deseadas. Intentó implementar un modelo que no estaba bien planeado ni bien pensado y fue completamente improvisado”, dijo Tron.
“Pasamos de una situación donde había medicinas y seguramente hubo corrupción a una situación donde no hay medicinas y no sabemos si hay corrupción”, agregó Octavio Gómez Dantés, investigador en sistemas de salud del Instituto Nacional de Salud pública.
De acuerdo con datos citados en el artículo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que brinda atención médica al 51 por ciento de los mexicanos, no pudo surtir alrededor del 2 por ciento de las recetas en 2019. Este valor aumentó a 8 por ciento en 2020.
Las vacunas también disminuyeron. El número de vacunas administradas en 2020 para la tuberculosis disminuyó en un 92 por ciento en comparación con 2019, para el tétanos en un 81 por ciento, y para el virus del papiloma humano en un 73 por ciento.
“Junto con la pandemia, Cero Desabasto dijo que la disminución de las vacunas se debió principalmente a la falta de adquisición de productos biológicos por parte del Gobierno”, se lee.
“Aunque Cero Desabasto señaló la falta de oferta en el mercado mundial de vacunas contra el virus del papiloma humano, dijo que la Contraloría federal (SFP) descalificó al único proveedor de algunas vacunas para vender al Gobierno”.
Sin citar las cifras que esta semana dio a conocer el Ejecutivo sobre la compra de medicamentos, el artículo cuestiona el ahorro de 11 mil 880 millones de pesos reportado por la Secretaría de Salud el pasado 29 de mayo.
“‘INSABI se jacta de ahorrar dinero cuando lo que pasa es que no compra’, dijo Xavier Tello, consultor de salud mexicano. ‘Están ahorrando o recortando dinero para usarlo en algo más que en medicamentos'”.
“Además, en 2019, López Obrador firmó un decreto, vetando a tres importantes proveedores mexicanos, eliminándolos efectivamente de vender al Gobierno federal. Las tres empresas negaron las acusaciones de corrupción y delitos. No se han presentado cargos y no hay investigaciones en curso, según los analistas”.
Agrega que, según los distribuidores de medicamentos, el separar las ventas y la distribución -como pretende el Gobierno- no es práctico, ya que los laboratorios no operan redes de distribución.
Las protestas y quejas por el desabasto, añade, han provocado polémica y preguntas difíciles para López Obrador, ya que éste prometió resolver la escasez, pero culpó a los opositores políticos de las protestas de los padres y acusó a las empresas farmacéuticas de resistirse a los cambios en las adquisiciones.
Abunda que el subsecretario Hugo López-Gatell, a quien se identifica como el “zar del coronavirus del País”, declaró recientemente que las protestas por falta de medicamentos oncológicos son parte de una campaña de grupos internacionales de derecha que buscan crear una ola de simpatía en los mexicanos con una visión casi golpista.
“Los oncólogos dicen que la falta de medicamentos está afectando negativamente la atención al paciente. ‘No son médicos y no tienen idea del efecto de cambiar un tratamiento por otro’, dijo Esteban López Gaitán, oncólogo pediatra de un hospital privado de Morelia. A menudo faltan entre cinco y diez (medicamentos) de quimioterapia en el País'”, cita.
Agencia Reforma
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