A más de un año del inicio de la pandemia de coronavirus en México, el panorama económico para las familias es poco alentador. Aún en el mejor escenario en el que las personas mantuvieron sus empleos, su ingreso cayó y provocó que no tuvieran lo suficiente para comprar la canasta alimentaria.
Entre el primer trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2021, el número de personas que no pueden adquirir la canasta alimentaria aún teniendo un ingreso laboral aumentó en 3.8 puntos a nivel nacional y la situación fue aún peor en las entidades. Los habitantes de Ciudad de México, Quintana Roo y Baja California Sur fueron los más afectados, con aumentos de 14.9, 10.1 y 8.4 puntos porcentuales respectivamente tras la pandemia.
Así lo detectó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el estudio “De la emergencia a la recuperación de la pandemia por la COVID-19: la política social frente a desastres”.
La imposibilidad de comprar la canasta alimentaria con su ingreso laboral podría tener efectos aún más devastadores entre aquellas familias que tiene un solo proveedor o proveedora y que hasta 2018 a nivel nacional, sumaban 17.7% de familias se encuentran en esa situación, señala el estudio.
Además, el confinamiento por pandemia también provocó el aumentó el porcentaje de población en situación de pobreza laboral, pues pasó de 35.6% en el primer trimestre de 2020 a 39.4% en el primer trimestre de 2021, de acuerdo con cifras del Inegi en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
Entre los factores que explican este incremento se encuentra la disminución anual de 4.8% en el ingreso laboral real entre el primer trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2021, pues pasó de 1,919 pesos a 1,827 pesos.
Esta disminución de los ingresos en el hogar o la pérdida de empleos, a su vez, trae consigo más complicaciones, como el riesgo de perder la vivienda, el acceso a los servicios, o que las familias sean desalojadas por falta de pago.
Si bien el porcentaje de personas en viviendas donde vive el dueño o propietario representa cerca de tres cuartas partes de la población (71.6%), se debe considerar que de ese total 58.6% habitaba viviendas que se estaban pagando.
Por otra parte, las entidades con mayor porcentaje de la población donde se paga renta es Quintana Roo (27%), Jalisco (26%) y Colima (24%).
Sobre la pérdida de empleo entre el primer trimestre de 2020 y el de 2021, fue mayor para los trabajadores informales que registraron una caída en el número de ocupados de aproximadamente 5.5%, mientras que en el sector formal esta disminución fue 2.6%.
Entre los sectores de la economía afectados por la pandemia, con excepción de los sectores de servicios sociales, así como de gobierno y organismos internacionales, el sector comercio tuvo la mayor caída, con una pérdida aproximada de 615 mil empleos, seguido del sector de restaurantes y servicios de alojamiento con una pérdida de 603 mil ocupados.