La economía mexicana tendrá un crecimiento de 5 por ciento este año, debido a un aumento en las exportaciones de manufacturas y beneficiándose de la recuperación de Estados Unidos, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que en marzo pasado pronosticaba que el crecimiento sería de 4.5 por ciento.
Según el documento “Perspectivas Económica de la OCDE”, el PIB de México crecerá 3.2 por ciento en 2022, cuatro décimas por debajo de su estimado previo.
El organismo dijo que la situación económica de México, hasta ahora, se encuentra en dos velocidades, por un lado, un fuerte impulso en la demanda externa, con la exportación de manufacturas y por el otro, con menos dinamismo, el consumo e inversión, por lo que es necesario que se refuerce la inversión privada para una recuperación más sólida.
“En la primera mitad del año, se estima que el crecimiento se deba principalmente a las exportaciones. En la segunda mitad del 2021 y en (el) 2022, con una mayor participación de la población vacunada y la mejora gradual del mercado laboral, el consumo interno también se fortalecerá y se convertirá en un motor clave de crecimiento”, de acuerdo con el documento.
“Las exportaciones de manufacturas respaldarán el crecimiento beneficiándose de la fuerte recuperación y el apoyo de las políticas en Estados Unidos”, explica el documento y destaca como un factor muy importante acelerar la campaña de vacunación para revitalizar la recuperación económica.
También destaca la importancia de reforzar la inversión privada, misma que se encuentra 13 por ciento debajo de los niveles antes de la pandemia y enfatiza que es necesario reducir las cargas regulatorias y la incertidumbre en sectores clave de la economía, en aras de tener una mayor solidez en el dinamismo económico.
Para la economía global, el organismo elevó sus previsiones de crecimiento de 5.6 a 5.8 por ciento para 2021 y de 4 a 4.4 por ciento para 2022, al tiempo que advirtió del riesgo de una recaída de la economía por la persistencia de “vientos contrarios”.
Aunque la institución destacó la solidez de la recuperación, la Organización que incluye a 38 países que representan el 60 por ciento del PIB mundial, está preocupada por la lentitud de la vacunación en los países pobres y el nerviosismo de los mercados financieros.
“Los gobiernos han administrado cerca de 2 mil millones de dosis de vacunas” y “nunca antes en una crisis habíamos visto políticas públicas tan rápidas y eficaces, tanto en materia de salud como de desarrollo de vacunas o en términos monetarios, fiscales o financieros”, señala en el informe la economista jefe de la institución, Laurence Boone.
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Crecimiento será frágil y desigual
La organización, con sede en París, afirma que la recuperación es frágil y “desigual”: se prevé un crecimiento del 8.5 por ciento en China y del 6.9 por ciento en Estados Unidos, dos países que ya han vuelto a sus niveles anteriores a la pandemia, pero solo del 2.6 por ciento en Japón y del 3.3 por ciento en Alemania.
En América Latina, la institución prevé que Brasil crezca un 3.7 por ciento en 2021, Argentina un 6.1 por ciento, Chile 6.7 por ciento y Colombia 7.6 por ciento.
Por su parte, España debería registrar un crecimiento del 5.9 por ciento en 2021.
Hay muchas señales positivas, como el aumento de la producción manufacturera, la fuerte recuperación del comercio mundial de mercancías y el repunte del consumo después de los confinamientos.
“Sin embargo, persisten demasiados vientos en contra”, advierte la OCDE. En concreto, “mientras la gran mayoría de la población mundial no se vacune, todos seguiremos a merced de la aparición de nuevas variantes”, apunta.
Nuevos confinamientos socavarían la “confianza” y muchas empresas, “antes bien protegidas pero a menudo lastradas con una elevada deuda, podrían quebrar”, advirtió Boone.
Otro riesgo identificado por la OCDE es el nerviosismo de los mercados financieros, que se alarman por los repuntes inflacionistas y que, según la organización internacional, son solo un fenómeno temporal ligado a la recuperación económica.
Si los mercados empiezan a apostar por una inflación sostenida, podrían hacer subir las tasas de interés, lo que podría poner en peligro la recuperación, según la organización.
“Se necesita vigilancia”, dice el informe.
Agencia Reforma