Héctor “El Güero” Palma, a través de su defensa, pidió ayer al Presidente Andrés López Obrador que no lo “crucifique” en su calvario, ya que asegura que ha sido arraigado con base en delitos por los que ya fue juzgado en México y Estados Unidos.
“Señor presidente, en nombre de la sociedad y de Dios, le pido que no crucifique a Héctor Luis Palma Salazar”, dijo su abogado José Gabriel Martín Hernández Rodríguez.
Acompañado por Rogelio Palma, hijo del narcotraficante, el equipo defensor informó que la Fiscalía General de la República (FGR) dictó un arraigo por una averiguación previa de 1996 que estaba en la reserva y que fue reactivada el pasado lunes, con base en una búsqueda en Google que hizo un fiscal y en la que halló una nota periodística que señalaba como inminente la liberación de Palma.
En rueda de prensa, los defensores exhibieron documentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos que establecen que ya no tiene ningún delito pendiente en el vecino país y que Palma es un reo de la más baja peligrosidad.
“Le pido al señor Presidente que le pida a sus asesores que le den cuenta real de la documentación de la que estamos hablando para que no se cometa una injusticia, efectivamente el 30 de abril obtuvo su libertad mi cliente, pero inició un calvario”, dijo su abogado José Gabriel Martín Hernández.
“Señor Presidente, en nombre de la sociedad, en nombre de la familia, en nombre de Dios, le pido que no crucifique a Jesús Héctor Palma Salazar”.
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Los delitos del ‘Güero’ Palma
Hernández Rodríguez y Carlos Villasana, otro de los litigantes, expusieron que el arraigo por 40 días dictado ayer por un juez federal fue por delincuencia organizada y delitos contra la salud en la modalidad de extracción de narcóticos fuera de territorio nacional.
Sin embargo, precisaron que esta medida cautelar es ilegal, porque la delincuencia organizada es un delito que no existía en 1995, cuando Palma fue detenido, y ya fue juzgado por asociación delictuosa, un delito sería equivalente para aquella época.
Agregaron que en México ya fue absuelto de delitos contra la salud, en la modalidad de tráfico, y condenado a 7 años por posesión de cocaína. La única otra condena que le impusieron en nuestro país fue de 2 años portación de arma de fuego de uso exclusivo.
Agencia Reforma