Las operaciones de inteligencia contra las organizaciones del narcotráfico mexicano en conjunto con las instituciones de aplicación de la ley mexicana están paralizadas, denunció la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Más de tres meses después de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador promulgó a mediados de enero las reformas a la Ley de Seguridad Nacional que imponen restricciones a las acciones de los agentes extranjeros en México, la agencia estadounidense expresó su descontento ante ello.
“Estamos dispuestos a compartir (inteligencia) con nuestras contrapartes en México, pero ellos mismos tienen demasiado miedo de siquiera involucrarse con nosotros”, dijo Matthew Donahue, subjefe de operaciones antinarcóticos de la DEA en entrevista con la radio estadounidense NPR.
“Esto debido a las repercusiones (que pudieran sufrir) por parte de su propio Gobierno si los cachan trabajando con la DEA”.
Días antes de que Joe Biden tomara posesión como Presidente de EU, López Obrador promulgó las restricciones a los agentes extranjeros en México que exigen entre otras cosas presentar informes ante el Gobierno federal e informar a los servidores públicos que contactan.
“En este momento, (los cárteles) no le temen a ningún tipo de policía o ejército dentro de México”, añadió Donahue, en las pocas citas textuales de la entrevista publicadas por NPR.
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En diciembre fueron aprobadas las restricciones a los agentes de la DEA
Las restricciones a las actuaciones de agentes extranjeros fueron aprobadas en diciembre por el Congreso mexicano tras la captura y posterior liberación del ex Secretario de la Defensa Salvador Cienfuegos por parte del Departamento de Justicia de EU al llegar a territorio estadounidense.
Desde 2019, fiscales federales en la ciudad de Nueva York habían logrado convencer a un Gran Jurado a emitir una acusación contra Cienfuegos por cargos de narcotráfico, situación que eventualmente derivó en su captura tras aterrizar en Los Ángeles, California, en octubre de 2020.
Calificado por el Canciller Marcelo Ebrard como un factor que dañó la confianza en EU dado que la Administración del entonces Presidente Donald Trump no compartió con México la acusación, el arresto culminó en la liberación de Cienfuegos en noviembre luego de la presión del Gobierno mexicano.
En enero de este año, antes de la llegada de la Administración Biden, el Departamento de Justicia de EU había ya mostrado su molestia ante la publicación de parte del expediente judicial contra Cienfuegos, luego de que el Presidente López Obrador así lo solicitara en una conferencia matutina.
Agencia Reforma