Laura Velázquez, titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) dio a conocer que el pasado 29 de marzo, Conagua emitió una alerta por olor a combustible en las inmediaciones de la planta de bombeo “El Caracol”, con un registro de explosividad del 70%, se trataba de 8 tomas clandestinas, en Ecatepec.
Relató se ordenó el despliegue de elementos de Sedena, Guardia Nacional, policía de la CDMX y Edomex, principalmente Ecatepec, toda vez que Conagua cerró la operación de una planta de tratamiento, lo cual bajó el índice de explosividad al 60%.
Personal de Pemex cerró las válvulas en poliducto de Tuxpan, Azcapotzalco con el fin de contener la pérdida del producto, de ahí que las 24 horas, el incide de explosividad se redujo al 0%.
Un día después, el 30 de marzo, se revisó una bodega en Ecatepec en donde se encontraron mangueras, contenedores y tanques de almacenamiento para hidrocarburos.
Tras realizar excavaciones para detectar posibles puntos de fuga se localizaron ocho tomas clandestinas y cuatro túneles, siete tomas estaban en Ecatepec y una más en la alcaldía Azcapotzalco.
Se estima que dentro de uno de los túneles se presentó un derrumbe que provocó que los huachicoleros escaparan dejando la manguera abierta y por ello, el combustible se fue por los cárcamos y de ahí al Gran Canal, lo cual puso en riesgo a la población por el alto índice de explosividad que se presentó.
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