Desde hace casi dos años, la Fiscalía General de la República (FGR) tiene en la congeladora una denuncia contra el ex líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps y seis de sus familiares.
En julio del 2019, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentó ante la Fiscalía dos denuncias por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
La denuncia de enriquecimiento ilícito quedó a cargo de la Fiscalía Anticorrupción de la FGR.
En ese caso, la UIF reportó depósitos, operaciones con cheques y transferencias a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios realizadas entre los familiares de Romero Deschamps, sin que se justifique el origen y destino del dinero.
Romero Deschamps fue denunciado junto con su esposa, Blanca Rosa Durán; sus hijos Paulina, Alejandro y Juan Carlos Romero Durán, y su nuera María Fernanda Ocejo, esposa de Juan Carlos.
La denuncia incluye también a Ana Luisa Aguinaco Romero, hijastra de María Esther Romero, hermana del dirigente petrolero.
A pesar de las denuncias, la Fiscalía no ha citado a declarar a Romero Deschamps ni a ningún integrante de su familia.
En años recientes, Romero Deschamps y sus hijos han dado muestras de la opulencia en la que viven. Paulina por ejemplo ha presumido sus viajes por el mundo en jets privados, mientras que su hermano tiene departamentos en zonas exclusivas de Miami.
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Se va Romero Deschamps, pero deja a sus cuates
Romero Deschamps tiene un frente de aliados en el cuerpo de gobierno del gremio, que le sigue rindiendo cuentas.
Él mismo los avaló y los “amarró” en sus cargos hasta 2024, cuando termina la gestión de Andrés Manuel López Obrador.
Fuentes del propio sindicato afirmaron que los dirigentes internos informan a Romero Deschamps sobre las decisiones y convenios que lleva a cabo el gremio con Pemex.
El principal alfil del ex Secretario General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) es el diputado federal Manuel Limón, Secretario del Interior, Actas y Acuerdos, quien quedó al frente de la agrupación de manera interina tras la renuncia de Romero Deschamps.
Y aunque el puesto que dejó Romero Deschamps está vacante, es un cargo que difícilmente será ocupado por “un externo”, pues es el mismo cuerpo de gobierno del sindicato el que organiza la elección.
Limón ha sido un leal a Romero Deschamps desde varias trincheras, y ha operado con su ex jefe diversos convenios con Pemex.
En 2002 un juez federal ordenó la aprehensión de Limón y otras cinco personas, incluido un ex director de Pemex, supuestamente involucrados en el desvío de mil 100 millones de pesos de la empresa petrolera al sindicato.
Limón también firmó en 2011 un convenio por el que Pemex “prestó” al sindicato 500 millones de pesos a pagar en un plazo de 10 años y sin intereses.
El acuerdo era para supuestamente edificar viviendas para los agremiados, pero las mensualidades de 8.3 millones a las que se comprometió el sindicato como parte del acuerdo, quedaron en la opacidad.
Además, como parte de la cúpula gremial, Limón fue uno de los doce beneficiados para gozar de “apoyos a sus gastos” de un millón 35 mil pesos mensuales, sin necesidad de comprobarlos.
Como dirigente interino también ha seguido la línea de Romero Deschamps de evitar transparentar las finanzas internas del sindicato y sus negociaciones con Pemex, a través de juicios de amparo.
Abajo de Limón, en la estructura el sindicato figura Daniel Aguado Rojas, Secretario del Exterior y Propaganda, y cercano a Romero Deschamps desde que lo impuso como líder de la sección 35 en Tula, Hidalgo.
En la cúpula sindical también están Raúl Ramírez Rangel como Secretario del Trabajo y Luis Ricardo Aldana Prieto, quien funge como Secretario Tesorero.
Aldana también fue parte del llamado “Pemexgate”, que se refiere a la triangulación de recursos de Pemex a campañas políticas, a través del sindicato.
Sin embargo, tras años de litigio y acusaciones archivadas, ningún acusado fue encontrado responsable, en parte, gracias a jugadas políticas.
Además, Aldana fue señalado de operar -desde cuentas manejadas por él- recursos millonarios provenientes de Pemex para presuntamente enfrentar la pugna legal en Texas con Arriba Limited.
Dicha empresa demandó en 1986 al STPRM por incumplimiento de un contrato para venderle combustible.
Como parte del litigio, Arriba logró que un juez congelara 40 millones de dólares que el gremio tiene en una cuenta de EU, para así intentar cobrarse el adeudo.
Ese dinero, que provenía de Pemex, había sido depositado por Aldana en noviembre de 2000 en Nueva York y era fruto de un convenio laboral en el que el STPRM exigió una partida millonaria para enfrentar el litigio con Arriba, se indicó en las indagatorias.
Tras la separación de Romero del cargo, el 16 de octubre de 2019, el pleno del sindicato aceptó la renuncia mediante un dictamen del Consejo General de Vigilancia, y en el manejo del sindicato quedó su ex tesorero y mano derecha, Manuel Limón.
Agencia Reforma