La octava es de León, que ya puede llamarse campeón del Torneo Apertura 2020 de la Liga MX, y con orgullo de la mano del director técnico Ignacio Ambriz.
Honor a su posición en la Tabla General como el primero y de paso sepultó la maldición del líder, lo demostró en la campaña y levanta la copa tras vencer 2-0 (3-1 global) a los Pumas de la UNAM.
Los Esmeraldas pegaron primero y temprano, al minuto 11 un zarpazo de derecha de Emmanuel Gigliotti que el arquero universitario Alfredo Talavera no atajó con fuerza y el esférico le dobló la mano para que los melenudos pintaran de verde el marcador.
León encontró por las laterales un camino libre para dejar estática la línea defensiva de los visitantes.
Gol que ponía en aprietos a los visitantes, unos Pumas con problemas en los minutos iniciales, pero después de la primera herida se asentaron más en el terreno.
Los de la UNAM controlaron más el esférico, aunque carecieron de profundidad salvo algunas llegadas de peligro que hicieron trabajar al guardameta local Rodolfo Cota.
Partido ríspido, con ajustes en la alineación tempranos, por León, Ángel Mena tuvo que dejar su lugar al no resistir una lesión en el muslo derecho, dejando su puesto a Joel Campbell.
Por los Pumas, Carlos Gutiérrez salió antes de que terminara el primer capítulo para que llenara ese hueco Juan Manuel Iturbe.
En la parte complementaria los pupilos de Andrés Lillini generaron presión, cercando al León y recuperando el balón con más verticalidad.
Al 53’ se vivieron momentos de drama cuando en un tiro de esquina favorable para Pumas, el del León Andrés Mosquera y Johan Vázquez chocaron con la cabeza, llevándose la peor parte el de la UNAM, quien ya no regresó al campo y Favio Álvarez ingresó en un cambio obligado.
Pumas perdió la salida regalando balones, mostrando desconcentración en sus líneas, incluso estáticos en la zaga.
Los de Ignacio Ambriz fueron replegándose dejando la iniciativa a los de Ciudad Universitaria para cazarlos en un contragolpe.
Y al 82′ Pumas cometió el error, volvieron a perder el esférico en la salida y Luis Montes puso un pase perfecto a Yairo Moreno, quien con un recorte se quitó la marca para fusilar clavar el 2-0 y poner el último clavo en el ataúd de los Pumas.
Los aficionado del León festejaron desde antes, olvidaron la pandemia y rodearon el Nou Camp para estar con sus melenudos.